El presunto violador gaditano de una menor vivía en el Río San Pedro

El pasado 28 de octubre volvía a celebrarse una vista de un juicio por intento de violación de una niña de 13 años en Yecla (Murcia) ocurrido hace ahora 6 años. Uno de los acusados, Jorge Humberto T., nacido en Ecuador, estaba presente. El otro, José Luis P.G., natural de Cádiz, estaba en paradero desconocido.

En realidad estaba en el Río San Pedro, la barriada de Puerto Real. Según fuentes policiales, un par de días después, el pasado 1 de noviembre, se presentaba en las dependencias de la Policía Nacional porque creía tener una citación.

Las fuentes no han podido precisar si José Luis era consciente de que la citación era para el juicio que se celebraba en la Audiencia Provincial de Murcia, pero el caso es que inmediatamente fue detenido y puesto a disposición de la citada Audiencia.

Su paradero actual es el Puerto II, aunque seguramente tendrá que realizar un viaje a Murcia muy pronto para defenderse de la acusación.

Tocamientos
Los dos acusados realizaban trabajos de albañilería en el camposanto de Yecla cuando sucedieron los hechos, hace 6 años. El presunto abusador obligó a bajarse sus prendas íntimas a la víctima (entonces con 13 años) y que la sometió a diversos tocamientos, sin que llegara a penetrarla.

Lo que la joven no recuerda es que si el otro acusado estuvo en los aseos, donde se supone que se cometió el delito, y si participó junto a José Luis P.G.

Los psicólogos que examinaron a la menor tres años después de que ocurrieran los hechos han manifestado que el relato de los mismos que ésta hizo era “coherente”.

Por su parte, Jorge Humberto T., que durante la instrucción de la causa declaró que el otro acusado (el gaditano) le había dicho que había mantenido relaciones sexuales con la niña en los aseos del cementerio y que le invitó a él a hacer lo mismo. La Fiscalía pide para el nueve años de prisión y 12.000 euros de multa.

El padre: “Que se acabe de una vez”
La familia de la víctima no podía creer que el juicio se retomaba y que uno de los acusados estuviese en paradero desconocido. “Que la Justicia nos dé una explicación de tanto retraso”, dijo el padre.