Carmen Lizárraga preside el grupo parlamentario de Podemos en Andalucía y a partir del lunes optará, junto a Teresa Rodríguez y a Begoña Gutiérrez, a tomar las riendas de la formación. Apartada por voluntad propia como el resto de candidatas de la dualidad Errejón-Iglesias, abogó ayer en el programa Acento Andaluz de Ondaluz TV por un modelo de partido “que aporte esperanzas e ilusión a la gente, no miedo”, como reivindicó su líder nacional en septiembre.
La corriente que encabeza, Ahora Andalucía, aboga por un “Podemos federal” en su doble vertiente: reivindicando el “hecho socioeconómico diferencial de Andalucía” pero también en lo organizativo, de forma que se respeten las estructuras que surgieron del cónclave de Vistalegre pero adaptando la toma de decisiones, “los recursos y los poderes” a toda la comunidad.
Lizárraga marca distancias con Teresa Rodríguez, la actual secretaria general y candidata a reeditar el cargo. Le separa de ella, por ejemplo, el momento de la convocatoria de la II Asamblea Ciudadana, a su juicio “de forma tan precipitada por querer asemejarnos a Madrid” que se “ha hurtado el debate a Andalucía”. Tampoco le acerca a la actual lider andaluza su concepción de estructura de partido en la que “parece que Teresa quiere quedarse con todo”, con el alejamiento de las primarias para todos los cargos como principal síntoma. Eso, reconoció ayer, le hizo declinar el ofrecimiento que le hizo Rodríguez para que la acompañara en su candidatura.
Otro motivo para el distanciamiento fue, según Lizárraga, que su secretaria general declarase que el grupo parlamentario ha olvidado la batalla en la calle. “Eso no ha ocurrido”, defiende. Entre sus postulados figura que la Comisión de Garantías no esté vinculada a ninguna lista.