Las cifras no engañan y reflejan que San Fernando se ha convertido en un vivero importante de estafadores gracias al uso de las nuevas tecnologías “on line” dentro del territorio nacional. Basta con visitar el Portal Estadístico de Criminalidad del Ministerio del Interior donde se comprueba que, con los datos en la mano, esta apreciación es una realidad.
Según el último informe, en la localidad isleña se contabilizaron en los primeros nueve meses del año 2023 recién finalizado, hasta 906 infracciones penales relacionadas con la cibercriminalidad, de las que hasta 790 estaban vinculadas directamente con las estafas informáticas, mientras que los otros 116 restantes se encuadraban dentro del capítulo denominado de otros ciberdelitos.
La última muestra se ha dado a conocer este jueves con la detención de una madre y sus dos hijos, uno menor de edad, como presuntos autores de un delito de estafa, falsedad documental y pertenencia a organización criminal. Y es que el clan familiar se dedicaba a vender tarjetas de telefonía a diferentes organizaciones delictivas con el método “as service”. Los investigados, habían obtenido y distribuido al menos 186 tarjetas entre otros delincuentes, con las cuáles se habría estafado un valor superior a los 250.000 euros.
La cibercriminalidad supone un 25 por ciento del total de los delitos cometidos en San Fernando.
