Entregadas las llaves de la promoción de vivienda pública construida en la calle San Onofre

Después de muchos años sin la ejecución de nuevas viviendas sociales en la ciudad, las obras de construcción de las 15 viviendas públicas de la antigua finca de la calle Alsedo 51, una actuación en la que se ha invertido cerca de un millón de euros, han sido entregadas este viernes a sus inquilinos tras un sencillo acto que ha presidido la alcaldesa de San Fernando, Patricia Cavada.

El nuevo bloque de viviendas (ahora con entrada por calle San Onofre número 16B) es el resultado de los trabajos realizados por la constructora Herysan, y que han contado con la supervisión técnica de la empresa pública Esisa, próximamente Hemsa.

Cuatro de las nuevas viviendas han sido destinadas para los antiguos residentes de las casas de la finca de Alsedo 51, que han estado realojados. El resto de las construidas se han adjudicado según el registro de demandantes actualizado, en un proceso que pasó por el consejo de administración de la empresa pública. Todas las viviendas son en régimen de alquiler.

Hay que recordar que en la finca de Alsedo 51 existían hasta su derribo seis viviendas antiguas con problemas de distinta índole que se han sustituido por otras nuevas adaptadas a las necesidades de sus habitantes, con mejores condiciones de habitabilidad y accesibilidad, así como para la calidad de vida de los residentes. Como el PGOU permitía más edificabilidad y altura, el Ayuntamiento ha podido construir un total de 15 viviendas protegidas en régimen de alquiler que vienen a dar respuesta a la demanda existente en San Fernando.

Así, en la antigua finca se ha levantado un edificio de tres plantas, con viviendas de uno, dos y tres dormitorios en cada una, y con ascensor. En total, hay cinco viviendas de tres dormitorios, siete de dos, tres de un dormitorio (y de estas, una es adaptada para personas con movilidad reducida).

Todas las casas están dotadas de cocina (solo a falta de electrodomésticos), para evitar a los y las futuros ocupantes el coste de uno de los elementos más gravosos de un hogar. Además, el nuevo edificio ha conservado un elemento fundamental como es el patio central que daba su esencia a la antigua finca y ahora aporta mucha luz natural al edificio, al tiempo que promueve la convivencia vecinal.

Además, el nuevo edificio construido incorpora ya un nuevo concepto que apuesta por la sostenibilidad. Por eso, cada una de las viviendas dispone de placas solares propias (dos por casa), y se han tenido en cuenta aspectos como la climatización con aislamientos térmicos y acústicos, o la apuesta por la luz natural. Las viviendas también disponen de detectores de humedad comunitarios que propician una recirculación del aire en caso de alteraciones.