El Ayuntamiento ya ha dado por concluidas las obras de construcción de las 15 viviendas públicas de la antigua finca de la calle Alsedo 51, una actuación en la que se ha invertido cerca de un millón de euros, y que va a permitir entregar las llaves a sus inquilinos en el plazo máximo de […]
El Ayuntamiento ya ha dado por concluidas las obras de construcción de las 15 viviendas públicas de la antigua finca de la calle Alsedo 51, una actuación en la que se ha invertido cerca de un millón de euros, y que va a permitir entregar las llaves a sus inquilinos en el plazo máximo de un mes.
La alcaldesa de San Fernando, Patricia Cavada, ha acudido hoy al nuevo bloque de viviendas (ahora con entrada por calle Onofre número 16B) a comprobar el resultado de los trabajos realizados por la constructora Herysan, y que han contado con la supervisión técnica de la empresa pública de suelo, la futura Hemsa. En el recorrido, la regidora ha estado acompañada por la delegada de Desarrollo Urbano, María José Foncubierta, la concejala de Políticas Sociales, Virginia Barrera, el gerente de la empresa pública, Miguel Ángel Casal, y el equipo técnico de la obra.
Durante el recorrido, la primera edil ha recordado que cuatro de las nuevas viviendas serán para los antiguos residentes de las casas de la finca de Alsedo 51, que ahora están realojados. El resto de las construidas se van a adjudicar según el registro de demandantes actualizado, en un proceso que pasará antes por el consejo de administración de la empresa pública. Todas las viviendas son en régimen de alquiler.
Hay que recordar que en la finca de Alsedo 51 existían hasta su derribo seis viviendas antiguas con problemas de distinta índole que se han sustituido por otras nuevas adaptadas a las necesidades de sus habitantes, con mejores condiciones de habitabilidad y accesibilidad, así como para la calidad de vida de los residentes. Como el PGOU permitía más edificabilidad y altura, el Ayuntamiento ha podido construir un total de 15 viviendas protegidas en régimen de alquiler que vienen a dar respuesta a la demanda existente en San Fernando.
Así, en la antigua finca se ha levantado un edificio de tres plantas, con viviendas de uno, dos y tres dormitorios en cada una, y con ascensor. En total, hay cinco viviendas de tres dormitorios, siete de dos, tres de un dormitorio (y de estas, una es adaptada para personas con movilidad reducida).
Todas las casas están dotadas de cocina (solo a falta de electrodomésticos), para evitar a los y las futuros ocupantes el coste de uno de los elementos más gravosos de un hogar. Además, el nuevo edificio ha conservado un elemento fundamental como es el patio central que daba su esencia a la antigua finca y ahora aporta mucha luz natural al edificio, al tiempo que promueve la convivencia vecinal.
Además, como ha destacado hoy la alcaldesa, el nuevo edificio construido incorpora ya un nuevo concepto que apuesta por la sostenibilidad. Por eso, cada una de las viviendas dispone de placas solares propias (dos por casa), y se han tenido en cuenta aspectos como la climatización con aislamientos térmicos y acústicos, o la apuesta por la luz natural. Las viviendas también disponen de detectores de humedad comunitarios que propician una recirculación del aire en caso de alteraciones.
En palabras de la alcaldesa, “la lucha contra el cambio climático es fundamental, y por eso desde la construcción y el diseño esta promoción de viviendas ya se tiene en cuenta este objetivo y se han incorporado las mejoras necesarias, lo que además permite un ahorro considerable a las familias y un menor consumo de recursos”.
Nuevos modelos para promover viviendas
La alcaldesa también ha apuntado hoy durante la visita al nuevo edificio que esta actuación, la primera promoción de vivienda pública que se ha construido en años en San Fernando, está cofinanciada por el Consistorio, el Ministerio de Fomento y la Consejería de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio, y se enmarca en el Plan Estatal de Vivienda 2018-2021.
A ese respecto, Cavada ha apuntado también las dificultades que tiene la actual coyuntura para la construcción de vivienda pública, sobre todo por el alto precio de los materiales por la inflación y la falta de fondos de otras administraciones para ello. “Ha habido épocas mucho más boyantes para promover vivienda pública, con fondos importantes de la Junta de Andalucía con los que ahora no contamos”, ha añadido.
Por eso, la nueva empresa pública Hemsa, entre sus retos en la nueva etapa que encara, tiene este de “analizar cuál es el mejor modelo de gestión de vivienda en la ciudad, para ser más ágiles y eficientes dado que la demanda de vivienda cada vez es más creciente”.
En este sentido, la alcaldesa ya ha apuntado que se camina hacia fórmulas en las que “desde los ayuntamientos apostemos más por ser promotores que constructores, y así dar respuestas más ágiles a la alta demanda”.