¿Y si tuviéramos realmente un sexto sentido? ¿Y si pudiéramos tocar cosas mediante otros métodos hasta ahora no documentados? ¿Y si pudiéramos tocar algo más allá de lo tangible y mundano? A buen seguro tres preguntas que han rondado la cabeza de miles de estudios y científicos, pero que ahora tiene una teoría con nombres y apellidos: ‘El tacto fantasma’. Un sexto sentido que pone de manifiesto que podemos ir más allá de lo meramente cuantificable.
Y es que investigadores de la Universidad Ruhr de Bochum, Alemania, han desvelado un nuevo panorama en el entendimiento de la percepción humana gracias a la realidad virtual. Este estudio pionero ha revelado que los humanos pueden experimentar sensaciones táctiles al tocar objetos virtuales, incluso en ausencia de contacto físico real, marcando un hito en la comprensión de la conexión entre la visión y la percepción táctil.
Se trata de la capacidad de experimentar sensaciones táctiles inducidas por estímulos visuales. Este descubrimiento desafía las concepciones tradicionales y arroja luz sobre la complejidad de la percepción humana. Nada que ver con ese ‘Sexto sentido’ al que hacía alusión el aclamado director M. Night Shyamalan en su famosa película.
EL ESTUDIO
El estudio, que involucró a 36 voluntarios equipados con gafas de VR, exploró la capacidad de experimentar el tacto fantasma al interactuar con un entorno virtual. Los participantes, al tocar su mano virtual con un bastón virtual, informaron sensaciones diversas, desde hormigueo hasta la sensación de una brisa.
Estos resultados, publicados en Scientific Reports, cuestionan la idea de que la percepción táctil está exclusivamente vinculada al contacto físico real.
Los experimentos incluyeron situaciones donde los participantes tocaban partes no visibles de su cuerpo en la realidad virtual, confirmando que el tacto fantasma persistía. En contraste, cuando se utilizó un puntero láser en lugar de objetos virtuales en un experimento de control, el efecto no se reprodujo, subrayando la complejidad única de la percepción humana.
Estos hallazgos, obtenidos en condiciones controladas que descartaron estímulos físicos externos, no solo abren nuevas vías en la investigación sobre percepción humana, sino que también podrían tener aplicaciones en campos como la realidad virtual y la medicina.
Christian Klaes, del Departamento de Investigación en Neurociencia de la Universidad Ruhr, señaló que "estos descubrimientos podrían contribuir significativamente al entendimiento de enfermedades y trastornos neurológicos que afectan la percepción del cuerpo".