El Doctor Thebussem, pseudónimo con el que el legendario escritor y erudito decimonónico Mariano Pardo de Figueroa firmó sus escritos y fue conocido en toda la Europa de su época, fue “un personaje singular, simpático, agradable, poseedor de extraordinaria cultura y de una originalidad algo disparatada.”

Así lo explica a Efe Íñigo Ybarra Mencos, autor de la última biografía sobre el personaje, publicada por Renacimiento con el título de El doctor Thebussem. La realidad de la ficción.

Ybarra Mencos y Thebussem están unidos por un lejano parentesco –el escritor fue hermano de una tatarabuela suya–, de modo que en la biblioteca de su casa familiar, un antiguo caserón del centro histórico de Sevilla, se conservan cientos de cartas del “doctor” y en casa de una de sus tías están inventariados ochenta tomos de cartas del grafómano Thebussem.

Thebussem, anagrama germanizado de la palabra “embuste”, tuvo, según el biógrafo, una personalidad “con suficiente entidad como para indagar en su vida, a lo que se añade el atractivo de haber conservado su familia parte de su legado literario, documentos o libros, además de las numerosas cartas que han servido de base a esta nueva biografía.

Ybarra Mencos, entre las diferentes facetas desarrolladas por Thebussem, encontró complicado destacar alguna en especial, “pero visto los tiempos de crisis por los que atravesamos haremos referencia a sus escasos análisis sobre los tiempos que le tocó vivir”.