Por primera vez en la historia de los Oscar, este premio se escinde de la gran gala de la Academia de Hollywood, cuya próxima edición tendrá lugar el 7 de marzo.
Además de Bacall, ayer recibieron sus premios a la trayectoria profesional en una ceremonia mucho menos pública que los Oscar, el director y productor Roger Corman y el director de fotografía Gordon Willis.
Asimismo el productor ejecutivo John Calley recibirá el galardón Irving G. Thalberg, dedicado a profesionales de ese campo.
“Estas cuatro personas han dejado, cada uno a su manera, recuerdos imperecederos en la industria del cine y en las audiencias de todo el mundo”, dijo el presidente de la Academia, Tom Sherak, en un comunicado.
De esta forma la alfombra roja volverá a desplegarse para 600 invitados en Hollywood, dentro de la sala Grand Ballroom en concreto, pero esta vez lo hará sin la televisión presente, en una ceremonia producida por Bruce Cohen y Don Mischer.
El evento no está organizado como un gran espectáculo, sino como una simple cena en la que honrar a los premiados y celebrar sus logros a través de discursos de compañeros y vídeos de sus trabajos.
“No queremos convertir esto en otro show de televisión y ganar dinero con ello”, apuntó Sherak al portal The Wrap. “Se trata de homenajear a estas personas de la mejor forma posible”, añadió.