El tiempo en: San Fernando
Miércoles 27/11/2024
 
Publicidad Ai
Publicidad Ai

Punta Umbría

Cara a cara entre las obras de Ramón Gaya y sus grandes maestros

Medio centenar de obras del pintor Ramón Gaya se enfrenta a otras creadas por quienes consideraba sus grandes maestros, como Velázquez, Rembrandt, Goya, Sorolla, Nonell, Solana o Picasso, en una exposición conmemorativa del centenario del artista murciano fallecido en 2005 que se inaugura mañana en

Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
  • Tentación de Santo Tomás", de Velázquez, uno de los cuadros que forman parte de la exposición que homenajea a Ramón Gaya en el centenario de su naciminento -
Medio centenar de obras del pintor Ramón Gaya se enfrenta a otras creadas por quienes consideraba sus grandes maestros, como Velázquez, Rembrandt, Goya, Sorolla, Nonell, Solana o Picasso, en una exposición conmemorativa del centenario del artista murciano fallecido en 2005 que se inaugura mañana en Murcia.

Los comisarios Cristóbal Belda y Manuel Fernández-Delgado han destacado hoy en la presentación de la muestra que la exposición da a conocer "el camino por el que Gaya llegó a ser lo que fue cotejando los originales con los homenajes a los que dieron lugar".

Ambos han coincidido en elegir el cuadro "Tentación de Santo Tomás de Aquino", de Velázquez (1633), como la joya de la muestra, sin olvidar el aguafuerte de Rembrandt "Cabeza de hombre que grita" (1631); "Mujer desnuda sentada con la cabeza apoyada en la mano", de Picasso (1934), y "Santas Justa y Rufina", de Goya (1817).

Del resto de obras que no son de Gaya, destacan "Raquel Meller", de Sorolla (1918); "San Pedro", de José de Ribera (1635); "Consuelo", de Isidre Nonell (1901); "Mientras rula no es chamba", de José María Sobejano (1931); "Mujeres de la vida", de José Gutiérrez Solana (1932); "Verónica", de Salzillo (1756), y "Máxima Martínez de la Pedrosa", de Eduardo Rosales (1860).

Por último, hay una estampa japonesa anónima con una batalla de samuráis (siglo XVIII), de una colección particular valenciana, y dos esculturas romanas de finales del siglo I antes de nuestra era, procedentes del museo del teatro romano de Cartagena (Murcia).

El resto de las obras procede de los museos del Prado y Sorolla (Madrid), Diocesano de Orihuela (Alicante), Ramón Gaya (Murcia) y de Montserrat (Barcelona), de la fundación Mapfre y de la Biblioteca Nacional, así como de Cajamurcia, el Gobierno de Murcia y colecciones privadas de Valencia, Barcelona, Murcia y Madrid.

Junto a los homenajes a los que Gaya consideraba los tres más grandes maestros de todos los tiempos, Rembrandt, Velázquez y Tiziano, hay también otros a artistas como Bellini, Masaccio, Van Eyck, Degas, Constable, Corot, Murillo, Van Gogh, Cézanne, Eduardo Rosales, José Gutiérrez Solana, Nonell, Seurat y Sesshu, a escritores como Cernuda o Max Jacob y a músicos como Stravinsky.

Según Belda, la muestra se plantea como "un diálogo en tensión de Gaya con sus maestros", un pintor, ha precisado, que "siempre tuvo recelo contra los historiadores del arte, que todo lo someten a un tiempo y un lugar, cuando él concebía la pintura como un río".

Fernández-Delgado, también director del museo que lleva el nombre de Gaya, la exposición viene a demostrar cómo "la insistencia" de éste "en temas, autores y motivos se asienta en una historia del arte al que en muchas ocasiones llegó de forma casi autodidacta".

La exposición, con entrada gratuita, permanecerá abierta hasta el 9 enero de 2011.

El catálogo editado para la ocasión, de 170 páginas, incluye fotos del pintor observando cuadros en los museos del Louvre, Picasso, El Prado y Orsay.

También puede verse a Gaya impartiendo nociones de arte a niños y adultos en las Misiones Pedagógicas de la Segunda República entre 1934 y 1935, en las que mostró copias de cuadros del Prado en un museo ambulante que recorrió los pueblos de España para acercar la cultura al mundo rural.

Acabada la guerra civil española, Gaya tuvo que exiliarse en México entre 1939 y 1952 por su destacada oposición antifranquista, tras lo que vivió en Francia y en Italia hasta su regreso definitivo en los años 70 a España, donde antes de su muerte en Valencia recibió del Ministerio de Cultura el Premio Velázquez y la Medalla de Oro

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN