Un grupo de padres de Atarfe (Granada) ha iniciado una recogida de firmas en rechazo a que dé clases de catequesis a sus hijos en la Iglesia Santa Ana de la localidad un sacerdote que fue inicialmente imputado en el llamado 'caso Romanones', en el que se investigan supuestos abusos sexuales cometidos por sacerdotes a menores en Granada, pero cuyos delitos quedaron declarados como prescritos.
Aunque este sacerdote fue imputado en un principio en la causa, tal y como han confirmado a Europa Press fuentes del caso, el Juzgado de Instrucción número 4 de Granada, que investiga el asunto, declaró prescritos los delitos que se le atribuían a él y otros diez imputados más, decisión que posteriormente respaldó la Audiencia Provincial, por lo que la causa sólo continúa contra el considerado líder del grupo, el padre Román M.V.C..
Pese a ello, los padres se muestran reticentes a que este sacerdote dé clases de catequesis a sus hijos, de entre 7 y 9 años, y reclaman al Arzobispado de Granada que le sustituya por otra persona, según ha detallado a Europa Press una de las madres afectadas, Esther Moreno, quien ha precisado que el asunto afecta a un centenar de escolares.
Algunos de ellos han dejado de ir a catequesis porque sus padres "no están tranquilos", tal y como avanza este miércoles 'Ahora Granada' y, aunque se muestran conscientes de que esta persona "tiene derecho a seguir con su vida", censuran el "poco tacto demostrada por el Arzobispado" al ocuparle en esta labor.
Moreno ha querido subrayar que el Juzgado declaró prescritos los delitos que se atribuían inicialmente al sacerdote en cuestión, pero no se abordó el fondo del asunto, por lo que creen que lo más correcto es que otra persona se haga cargo de las clases de catequesis.
"Judicialmente tenemos las manos atadas", ha reconocido Moreno, motivo por el que los padres han iniciado una recogida de firmas y han convocado una concentración para el próximo viernes en Atarfe para pedir la sustitución de este sacerdote.
El llamado 'caso Romanones' salió a la luz a raíz de que un joven, que hoy tiene 25 años, comunicara por carta al Vaticano que había sido víctima de abusos sexuales desde los 14 hasta los 17 por parte de este grupo de religiosos de Granada, lo que motivó que el propio Papa Francisco le llamara para pedirle perdón y ofrecerle su apoyo.
Tras la llamada del Papa al joven, éste formalizó una denuncia ante la Fiscalía Superior de Andalucía, que ordenó a la Fiscalía Provincial de Granada interponer 'ipso facto' denuncia contra todos los afectados.
El Papa se pronunció también coincidiendo con la salida a la luz de esos supuestos abusos en un vuelo de regreso a Roma tras su discurso en el Parlamento Europeo en el que señaló que "la verdad es la verdad" y "no debe esconderse".