La Fiscalía de Granada ha solicitado una condena de tres años de prisión y multa de 1.200 euros para dos agentes de la Policía Local de Granada acusados de agredir "sin motivo alguno que justificara su comportamiento" a un padre y sus dos hijos, a los que causaron lesiones de diversa consideración.
A los agentes, de iniciales J.E.F.M. y J.A.S.T., se les atribuyen inicialmente dos delitos y una falta de lesiones, por los que se enfrentan además a inhabilitación especial para el ejercicio de su profesión durante el tiempo de la condena, y serán enjuiciados los próximos 22 y 23 de octubre en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Granada.
Según consta en el escrito de acusación provisional del Ministerio Público, al que ha tenido acceso Europa Press, los hechos se remontan a las 4,20 horas del 24 de febrero de 2008, cuando los dos agentes, en el ejercicio de sus funciones, se personaron en la Plaza de la Sillería de Granada vistiendo el correspondiente uniforme reglamentario, pues al parecer se estaba produciendo un enfrentamiento entre varias personas.
Una vez en el lugar, "sin motivo alguno que justificara su comportamiento", la emprendieron a golpes con un hombre de 49 años y sus dos hijos, de 23 y 22 años, por su supuesta participación en la disputa que había motivado su desplazamiento. Como quiera que los dos procesados "no cesaban en su actitud" de agredir a los tres, éstos se vieron obligados a refugiarse en una cafetería, en Plaza Nueva, "con la finalidad de proteger su integridad".
A pesar de ello, los dos policías no dejaban de increparles desde el exterior, propinando incluso una patadas en la puerta que, sin embargo, no llegó a causar daños.
Consecuencia de la agresión cometida por los dos inculpados fue la causación de lesiones de distinta consideración entre el padre y sus dos hijos.
El primero tuvo herida inciso-contusa en la cabeza, hematomas y contusiones lineales en región lumbar y zona abdominal o contusión renal. Su hijo de 23 años tuvo también herida inciso contusa en cuero cabelludo, hematomas y contusiones; y el otro joven sufrió policontusiones y distensión de muñeca.
El juicio estaba previsto inicialmente para el mes de diciembre del pasado año, pero la enfermedad de una letrada obligó a suspender la vista y señalarla para nueva fecha.