Uno de sus abogados afirmó en un mensaje que Suu Kyi, de 76 años, solicitó al tribunal de Naipyidó que la juzga que las vistas se celebren cada dos semanas
La líder depuesta Aung San Suu Kyi sufre de agotamiento debido a la acumulación de juicios en su contra en Birmania (Myanmar), por lo que ha pedido que se espacie la celebración de las vistas judiciales, indicaron este lunes fuentes de la defensa.
Uno de sus abogados afirmó en un mensaje a los periodistas que Suu Kyi, de 76 años, solicitó al tribunal de Naipyidó que la juzga que las vistas se celebren cada dos semanas en lugar de semanalmente, ya que su salud podría resentirse por el agotamiento.
El juez respondió que tomará una decisión al respecto la semana que viene.
Durante la vista de hoy, el tribunal abordó los casos relacionados con la Ley de Desastres Naturales por la covid-19, la supuesta importación ilegal de "walkie-talkies" y la presunta vulneración de la Ley de Comunicaciones.
Suu Kyi, depuesta en el golpe de Estado del pasado 1 de febrero, se enfrenta a una retahíla de casos presentados contra ella por las autoridades militares en medio de las llamadas de la comunidad internacional para que liberen a la nobel de la paz.
El pasado viernes, el tribunal de la capital birmana celebró la primera vista relacionada con cuatro acusaciones de supuesta corrupción que conllevan una condena máxima de 15 años de cárcel.
Allí declaró un antiguo compañero de partido y exjefe de la región de Rangún, Phyo Min Thein, quien confesó haber entregado 600.000 dólares o unos 11,4 kilogramos de oro en sobornos a la exmandataria.
El abogado de Suu Kyi, que prefiere omitir su nombre por seguridad, indicó que se trata de las mismas acusaciones que realizó en un vídeo grabado por la junta militar y que parecía "deprimido" y ni siquiera miró a su excompañera de partido.
La nobel de la paz también está acusada de la adquisición irregular de unos terrenos para la Fundación Daw Khin Kyi, que ella misma fundó en honor a su madre, y la presunta construcción de una vivienda con fondos de esta fundación.
Las autoridades también acusan a Suu Kyi y algunos de sus aliados de "incitación" por la publicación de comunicados contra los militares tras el golpe y de vulnerar presuntamente la Ley de Secretos Oficiales, delito castigado con hasta 14 años de prisión,
El golpe liderado por el general Min Auna Hlaing ha sumido al país en una crisis política, social y económica, así como en una espiral de violencia con el nacimiento de nuevas milicias civiles que han exacerbado la guerra de guerrillas que sufre el país desde hace décadas.
Según información compilada por ANFREL, una ONG de observadores internacionales, al menos 32 personas murieron y otras 12 resultaron heridas la semana pasada debido a la detonación de 60 bombas que también destruyeron 22 torres de telecomunicaciones de Mytel, una compañía controlada por los militares.