Tras los bombardeos durante el fin de semana del Ejército controlado por la junta militar sobre varias zonas del estado Karen, en el sudeste del país
Más de 3.000 birmanos han escapado a Tailandia tras los bombardeos durante el fin de semana del Ejército controlado por la junta militar sobre varias zonas del estado Karen, en el sudeste del país, lo que provocó la huida a la jungla de al menos 10.000 lugareños.
La organización de mujeres de la etnia Karen indicó este lunes en un comunicado que cerca de 10.000 personas han huido a la selva para esconderse, mientras que alrededor de 3.000 han cruzado la frontera con Tailandia por miedo a los bombardeos sobre esta zona controlada por la guerrilla Karen.
Según la red de apoyo a la población Karen, dos aviones del Ejército birmano lanzaron nueve bombas y dispararon desde el aire con armas automáticas en la noche del sábado, lo que provocó la muerte de al menos tres personas.
Los militares retomaron los bombardeos a la mañana siguiente en la misma región, donde por la tarde tres aviones de combate atacaron tres aldeas, lo que provocó la huida masiva de los lugareños hacia la selva y la frontera con el país vecino.
Esta organización desconoce por el momento el número exacto de muertos provocados por estos ataques aéreos.
Por su parte, el Comité de Representantes de la Asamblea de la Unión (CRPH), autodenominado gobierno legítimo y formado por cargos electos, denunció tras los bombardeos que la junta militar "terrorista" dirigida por Min Aung Hlaing "está cometiendo atrocidades por todo el país y ahora está incluso utilizando aviones".
El Comité de Nacionalidades para la Huelga General, uno de los principales grupos opositores a la junta, reclamó en una carta abierta a los grupos étnicos armados que "protejan de forma colectiva a la población, jóvenes, mujeres, niños y mayores" que se oponen al régimen militar impuesto tras el golpe de Estado del pasado 1 de febrero.
Por otro lado, la Asociación de Parlamentarios de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) reclamó en un comunicado que las autoridades tailandesas garanticen el asilo a las víctimas que han cruzado la frontera y les den protección internacional.
Estos llamamientos se producen tras el fin de semana más sangriento desde el alzamiento militar, con más de cien muertos en la represión contra las protestas, lo que eleva a 459 el número de víctimas de la junta militar desde el golpe de Estado, según la Asociación para la Asistencia de los Presos Políticos (AAPP) de Birmania.
Los militares birmanos justifican el golpe de Estado por un supuesto fraude en las elecciones del pasado noviembre, aunque fueron declaradas legítimas por los observadores internacionales.