Mediadores egipcios siguen tratando de devolver la calma a la zona, pero las hostilidades continúan
El Ejército israelí bombardeó esta madrugada objetivos militares del movimiento islamista Hamás en Gaza en respuesta al lanzamiento anoche de un proyectil hacia su territorio, en lo que fue la undécima noche consecutiva de intercambio de fuego en la frontera, donde la violencia no cesa.
"Anoche, un cohete fue lanzado desde la Franja de Gaza hacia territorio israelí. En respuesta, tanques del Ejército atacaron puestos militares de Hamás en el sur de Gaza", dijo hoy el Ejército en un comunicado.
Este episodio eleva a 11 el número de noches consecutivas de bombardeos israelíes en el enclave, en respuesta en su mayoría al lanzamiento de globos incendiarios y en ocasiones, sobre todo en los últimos días, al disparo de cohetes contra su territorio.
El proyectil lanzado anoche por milicianos en Gaza fue interceptado por el sistema de defensa antiaérea Cúpula de Hierro, tras hacer sonar las alarmas en la ciudad de Sderot.
Esta noche de violencia se da en un contexto de incesante tensión en la frontera, que comenzó hace casi tres semanas con el lanzamiento de globos incendiarios y con explosivos desde la franja, que han causado cientos de incendios en las comunidades israelíes colindantes.
El pico del actual repunte tuvo lugar durante la madrugada de ayer, en la que palestinos lanzaron 12 cohetes hacia Israel, que respondió con tres bombardeos de represalia.
Mientras que estos intercambios de fuego no han causado heridos de gravedad, sí se han registrado daños a infraestructuras civiles, incluyendo la destrucción ayer de parte de una residencia familiar en Sderot, producto del impacto de metralla tras la intercepción de uno de los cohetes lanzados hacia la ciudad.
Aunque los ataques israelíes hayan sido hasta ahora sobre objetivos militares donde no hay gente, los civiles en Gaza también enfrentan las consecuencias de la violencia, tanto por el temor causado por los bombardeos en la mitad de la noche como por el endurecimiento del bloqueo por parte de Israel como medida punitiva.
Primero fue el cierre del único cruce fronterizo por el cual entran productos al enclave, luego la reducción y posterior cierre total de la zona de pesca en el mar Mediterráneo y la interrupción de la importación de combustible, lo que obligó a la única planta eléctrica de Gaza a cerrar y dejó a la población con tan solo tres o cuatro horas de electricidad diarias.
Mediadores egipcios siguen tratando de devolver la calma a la zona, pero las hostilidades continúan y tanto Hamás como el Gobierno israelí siguen escalando su retórica e intercambiando amenazas.
Según analistas y fuentes palestinas, la intención del movimiento islamista es que Israel alivie las condiciones del bloqueo que rige desde 2007.