El suceso tuvo lugar sobre las doce y media de la noche cuando se derrumbó un edificio construido en 1959 con piedra porosa de marés, típica de Mallorca, ubicado en el número 21 de la calle Rodríguez Arias, donde los técnicos de la compañía Gesa Endesa constataron que no se ha producido un escape de gas.
Fuentes municipales explicaron que los siete muertos son un matrimonio alemán y miembros de una familia mallorquina y de otra colombiana, cuyos cadáveres fueron recuperados a lo largo del día por los equipos de rescate, que trabajaron veinte horas en el desescombro de las ruinas.
Los dos cónyuges del matrimonio alemán tenían unos sesenta años y ocupaban el último piso del edificio.
La menor, de unos quince años, vivía en el segundo piso con sus padres y su hermana, quien no se encontraba en la casa porque estudia en Barcelona.
A causa del desplome falleció el padre de la familia, cuya edad se desconoce, y resultó herida la madre, que permanece ingresada en un hospital.
En el primer piso del edificio residía una familia de origen colombiano, de la que han muerto dos hombres de unos treinta años, que, según fuentes vecinales, eran cuñados, así como la madre de uno de ellos, cuya edad no se conoce de momento.
El hombre de unos 70 años que resultó herido a consecuencia del hundimiento es, según una fuente de los Bomberos, un vecino que residía en la vivienda contigua, un casa de planta baja.
Tanto la mujer como el hombre heridos se encuentran fuera de peligro, indicó el Ayuntamiento.
En cuanto a las identidades de las víctimas, la Policía Nacional explicó que no se facilitará hasta que no se comunique el fallecimiento a todas las familias.
En el rescate participaron tanto efectivos de los equipos de rescate, unas 45 personas, como vecinos del barrio de Es Fortí, donde se encuentra el inmueble, que acudieron nada más ocurrir la tragedia para ayudar.
Los vecinos de los inmuebles colindantes denunciaron que el edificio se encontraba deteriorado y presentaba grietas, estado que había empeorado a raíz de las intensas lluvias caídas en las últimas semanas en Palma.
Varios vecinos informaron, además, de que había sido inspeccionado recientemente por técnicos.
La alcaldesa de Palma, Aina Calvo, pidió en cambio “prudencia” a la hora de señalar las causas del siniestro, y señaló que el consistorio no había recibido ninguna denuncia por el estado del inmueble.
La concejal de Urbanismo, Yolanda Garví, aseguró, por su parte, que “nada hacía presagiar” el desplome del edificio y que, por su antigüedad, los propietarios no tenían la obligación de someter el inmueble a la Inspección Técnica de Edificios (ITE) de Palma.
Garví informó de que en la jornada de hoy se procederá a derruir lo que queda en pie del edificio, que es aproximadamente un tercio del mismo.
A consecuencia del desplome, el consistorio ha desalojado por seguridad a 59 personas de seis edificios próximos, 30 de las cuales han sido realojadas en el Hotel Continental y que “en pocos días” podrán volver a sus viviendas, según Garví.
Este suceso, y el incendio ocurrido también a medianoche en Palma con el balance de dos muertos, han llevado al Ayuntamiento palmesano y al Govern balear a declarar dos días de luto oficial.
El presidente, Rodríguez Zapatero, ha transmitido sus condolencias por el suceso al presidente balear, Francesc Antich.