El presidente de EE.UU. nominó a una nueva cúpula para el Pentágono, que estará liderada por Mark T. Esper, hasta ahora secretario del Ejército
El presidente de EE.UU., Donald Trump, nominó hoy a una nueva cúpula para el Pentágono, que estará liderada por Mark T. Esper, hasta ahora secretario del Ejército.
Además de Esper, Trump nominó a David L. Norquist como "número dos" del Pentágono y a Ryan D. McCarthy como nuevo secretario del Ejército.
Trump ya adelantó su intención de nominar a Esper como nuevo jefe del Pentágono este martes, cuando anunció que Patrick M. Shanahan, interino tras la renuncia de James Mattis, retiraba su candidatura a ocupar el cargo de forma permanente por motivos personales.
"Conozco a Mark y no tengo duda de que ¡realizará un trabajo fantástico!", dijo Trump en Twitter.
Esper es un civil con amplia experiencia en el sector privado que se graduó en la Academia Militar de West Point en la misma promoción que el secretario de Estado, Mike Pompeo, y que durante la Primera Guerra del Golfo combatió como soldado de infantería.
Nacido hace 55 años, tras pasar por el Ejército Esper entró a trabajar en los círculos de poder de Washington, como asesor en políticas de Defensa en el Senado, alto funcionario en el Pentágono y en el centro de pensamiento conservador Heritage Foundation.
También ha trabajado para la Cámara de Comercio de Estados Unidos en temas de propiedad intelectual, para la Asociación de Industrias Aeroespaciales estadounidense y como uno de los vicepresidentes de Raytheon, uno de los mayores contratistas del Pentágono.
Trump lo nominó en 2017 como secretario del Ejército, cargo para el que fue confirmado en el Senado por 89 votos a favor y 6 en contra.
Norquist, por su parte, es un funcionario que se ha dedicado a la gestión financiera principalmente en el Departamento de Defensa y que desde enero pasado ya ejerce de forma interina las funciones de "número dos" del Pentágono.
McCarthy, finalmente, ejercía hasta ahora como subsecretario del Ejército ("número 2" de Esper) y antes de unirse al Gobierno trabajaba para Lockheed Martin, otra de las grandes empresas contratistas del Pentágono.
Mattis abandonó la jefatura del Pentágono a finales de 2018 tras meses de diferencias con Trump, cuya gestión criticó en su carta de despedida del Departamento.