Rusia lamenta que Berlín y París acusen a Moscú de "supuestas" violaciones de los derechos humanos
La Cancillería rusa rechazó hoy las críticas por la preocupante situación en Crimea y en el mar de Azov efectuadas el viernes en una declaración conjunta por el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel.
"Nos vemos obligados a dirigirnos otra vez a nuestros socios para que renuncien a los dobles estándares, y presten atención a los auténticos problemas y amenazas que sus 'pupilos en Kiev' están creando para la seguridad y estabilidad europeas", señala el comunicado de Exteriores ruso.
Rusia lamenta que Berlín y París acusen a Moscú de "supuestas" violaciones de los derechos humanos en Crimea, de ser el único responsable de la escalada de tensión en la zona del estrecho de Kerch, que une los mares Negro y Azov, y presenten unas demandas "inadmisibles".
En lo que se refiere a la demanda de que "todos los barcos se beneficien de un paso seguro, libre y sin obstáculos" en el estrecho de Kerch, la nota oficial insiste en que Rusia ya garantiza el "libre tránsito".
Aunque matiza que no puede ignorar "los riesgos para la seguridad, y las amenazas y posibles provocaciones por parte de Ucrania y sus 'amigos' occidentales".
También tachó de "infructíferos" los intentos de "poner en duda" el estatus legal de Crimea -"ilegalmente anexionada", según Macron y Merkel-, y recordó que fueron los crimeos quienes decidieron "libremente" en referéndum integrarse en Rusia.
"Rusia seguirá defendiendo con firmeza su soberanía y poniendo freno a cualquier intento de provocación", subraya la Cancillería.
En su declaración conjunta tras reunirse anoche en París, Macron y Merkel se mostraron "muy preocupados" por "la situación de los derechos humanos en Crimea, ilegalmente anexionada por Rusia, el uso de la fuerza militar rusa en el estrecho de Kerch y las inspecciones excesivas en el mar de Azov son fuentes de profunda inquietud".
Además, demandaron "la liberación inmediata e incondicional de los marineros ucranianos para que puedan pasar las fiestas con sus familiares", en alusión a los 24 tripulantes de los tres buques de Armada ucraniana apresados por guardacostas rusos el pasado 25 de noviembre en el mar Negro.
Los marineros, que se han declarado prisioneros de guerra, se encuentran en prisión preventiva en Moscú y la Justicia crimea ha rechazado en los últimos día los recursos presentados por sus abogados para su liberación.
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha defendido el uso de la fuerza por los guardacostas rusos ante lo que calificó de "provocación" para mejorar las posiciones de su colega ucraniano, Petró Poroshenko, en los sondeos electorales.
Poroshenko tachó de "agresión" el apresamiento de los barcos ucranianos, incidente naval que llevó al presidente de EEUU, Donald Trump, a cancelar el previsto encuentro con Putin el pasado 1 de diciembre en el marco de la cumbre del G20 en Buenos Aires.