"En materia de fiscalidad ecológica, seguiremos la trayectoria prevista. No hacerlo sería una inconsciencia", afirma el ministro de Transición Ecológica
El ministro de Transición Ecológica, François de Rugy, aseveró que el Gobierno francés no dará marcha atrás en su plan para aumentar el impuesto sobre los carburantes, a pesar del descontento expresado en la multitudinaria protesta ciudadana de este sábado.
"En materia de fiscalidad ecológica, seguiremos la trayectoria prevista. No hacerlo sería una inconsciencia", manifestó De Rugy, en una entrevista publicada en "Le Parisien".
Las manifestaciones de los "chalecos amarillos", como se conoce a este movimiento creado en las redes sociales y sin la tutela de un partido o sindicato, dejaron un muerto (una jubilada atropellada en una barricada de protesta) y 229 heridos, entre ellos siete graves.
El Gobierno decretó un alza de los impuestos a los carburantes de 7,6 céntimos por litro para el diesel y de 3,9 céntimos para la gasolina para evitar el uso de vehículos contaminantes y promover la energía limpia.
A partir de enero se aplicarán además tasas suplementarias de 6 y 3 céntimos, respectivamente.
"Hay que mantener el ritmo de nuestras medidas que servirán para liberarnos de la dependencia del petróleo y evitar que (un aumento de precio del barril) no afecte nuestra economía", apuntó De Rugy, quien abogó "por dejar la trampa del automóvil".
Para el ministro, el descontento con el presidente Emmanuel Macron expresado el sábado por los casi 300.000 participantes de las protestas es "fruto de la impaciencia", pues es "difícil satisfacer a la gente en solo 18 meses".