El sistema, que será utilizado conjuntamente por la Policía, la Guardia Civil y las policías autonómicas, se asienta en una nueva Base de Datos de Personas Desaparecidas y Cadáveres sin Identificar que permitirá a todos los cuerpos policiales registrar y compartir desde el primer momento toda la información de cualquier denuncia por desaparición que se produzca en España.
La base de datos realiza el cruce automático de los datos disponibles por todas las policías sobre casos de desaparición con los datos almacenados de cadáveres y restos humanos sin identificar.
Para el cotejo se utilizan diferentes elementos, tales como los rasgos físicos -tatuajes, cicatrices o fichas dentales-, huellas dactilares, o ADN. El fichero será plenamente compatible con las bases de datos internacionales sobre desapariciones disponibles en Europol o Interpol, puesto que utiliza parámetros similares.
De forma paralela, el Ministerio del Interior pondrá en marcha un nuevo teléfono de atención social para los casos de niños desaparecidos -el 116000- que recogerá de inmediato las llamadas de denuncia por desaparición de menores, así como cualquier información relevante para las investigaciones policiales.
Esta nueva línea directa para casos de niños desaparecidos tiene asignado el mismo número con el que ya funcionan servicios similares en otros países miembros de la Unión Europea como Grecia, Hungría, Países Bajos, Portugal o Rumanía.
El 116000, que no tendrá carácter policial sino de atención social, será gestionado por una organización no gubernamental.