El juicio al abogado Pu Zhiqiang, uno de los más conocidos defensores de los derechos humanos en China, concluyó hoy, en el mismo día de su inicio, aunque por ahora no se ha dictado sentencia, informaron a Efe fuentes próximas al prominente activista.
Hu Jia, amigo personal del letrado y otro conocido defensor de las libertades frente al régimen comunista, dijo a Efe que el juicio finalizó a las pocas horas de comenzar, pero que el veredicto "será anunciado otro día", sin que por el momento se sepan más detalles de la vista.
Pu, acusado de alteración del orden público e incitación al odio étnico por una serie de comentarios irónicos que realizó a través de redes sociales, "se encontraba bien de ánimo" hoy, "pero ha adelgazado mucho" y su pelo es "más canoso que antes" tras más de un año y medio de detención, añadió Hu.
El juicio comenzó hacia las 09.00 hora local (01.00 GMT) en el Juzgado Intermedio número 2 de Pekín, donde se estableció un cordón policial y fueron destacados más de un centenar de agentes para intentar reducir la presencia de periodistas y activistas.
En las escasas dos o tres horas que duró el juicio se registraron en las inmediaciones del juzgado numerosos altercados a raíz de que varios activistas intentaran desplegar pancartas en las que apoyaban al acusado o airear otras quejas, tras lo cual algunos de ellos fueron zarandeados o detenidos.
También hubo presiones de policías y presuntos agentes de paisano que intentaron evitar que diplomáticos en representación de la Unión Europea, EEUU y otros países u organismos hicieran declaraciones públicas en defensa de Pu antes de entrar en la sala del juicio, a la que la prensa no tuvo acceso.
Algunos periodistas extranjeros también fueron acosados y maltratados, en algunos casos con golpes, por parte de los agentes, en un intento de obstaculizar su trabajo.
Pu Zhiqiang, de 50 años y detenido desde hace 19 meses después de una reunión por el 25 aniversario de la matanza de Tiananmen (en la que fue uno de los estudiantes en huelga de hambre, según Hu Jia), podría ser condenado a 17 años de cárcel por los delitos de los que se le acusa.
El juicio a Pu es el último en una larga lista de procesos, condenados por ONG de derechos humanos y gobiernos occidentales, que especialmente desde la llegada al poder del presidente Xi Jinping han intentado acabar con todo tipo de colectivos críticos con el régimen o defensores de un mayor papel de la sociedad civil.
"Es un gran abogado, un profesional con coraje y misericordia", destacó a Efe el activista Hu Jia.