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Viernes 15/11/2024
 
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Indonesia justifica las 8 ejecuciones por su lucha contra el narcotráfico

El brasileño Rodrigo Gularte fue uno de los ejecutados por un pelotón de fusilamiento en la isla de Nusakambangan, junto a dos australianos, tres nigerianos, un ghanés y un indonesio

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  • Indonesia. -

El fiscal general de Indonesia, Muhammad Prasetyo, defendió hoy la ejecución de ocho convictos, entre ellos siete extranjeros, como una medida necesaria en la lucha contra el tráfico de drogas.

"Estamos luchando una guerra contra crímenes horribles de narcotráfico que amenazan la supervivencia de nuestra nación", dijo Praseyto en Cilacap, cerca del penal donde se llevaron a cabo las ejecuciones, en declaraciones recogidas por el canal Metro.

El brasileño Rodrigo Gularte fue uno de los ejecutados por un pelotón de fusilamiento en la isla de Nusakambangan, junto a dos australianos, tres nigerianos, un ghanés y un indonesio.

La ejecución de la filipina Mary Jane Veloso fue pospuesta en el último momento después de que la mujer que presuntamente la envió a Indonesia con 2,6 kilos de heroína se entregara a la Policía filipina.

"Quiero decir que una ejecución no es nada agradable. Pero debemos hacerlo para salvar al país del peligro de las drogas. No somos enemigos de los países de los ejecutados", añadió el fiscal general.

La ministra de Asuntos Exteriores indonesia, Retno Marsudi, se mostró confiada en mantener las buenas relaciones con Australia, que tras las ejecuciones llamó a consultas a su embajador en Yakarta.

"Para Indonesia, Australia sigue siendo un país importante y para Australia, Indonesia también es un socio muy importante", dijo Marsudi según el diario The Jakarta Post.

El primer ministro australiano, Tony Abbott, deploró las ejecuciones que calificó como "crueles" e "innecesarias", y advirtió que estas ponen las relaciones bilaterales en "un momento oscuro".

El Gobierno de Brasil mostró su "profunda consternación" por la ejecución de Gularte y lo consideró un "hecho grave" en la relación bilateral, deteriorada desde la ejecución en enero de otro brasileño, Marco Archer Cardoso Moreira, también por narcotráfico.

Brasil retiró entonces a su embajador en Yakarta y un mes más tarde la presidente brasileña, Dilma Rousseff, se negó a recibir al nuevo embajador indonesio cuando iba a presentar sus cartas credenciales, lo que llevó al país asiático a retirar también su embajador.

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