Alberto Núñez Feijóo (PPdeG) asumió ayer la Presidencia de la Xunta “con máxima humildad” y “como un gallego más”, y reiteró su ofrecimiento de diálogo con todos los grupos de la Cámara, así como cooperación “leal” con el Gobierno para afrontar los retos de Galicia.
El dirigente popular, quinto presidente de la Xunta electo y séptimo desde la preautonomía, tomó posesión del cargo en un acto al que asistieron numerosos dirigentes de su partido, entre ellos su líder nacional, Mariano Rajoy, así como el vicepresidente tercero del Gobierno, Manuel Chaves, en representación del Ejecutivo central.
Tras prometer su cargo en el Parlamento, donde también estuvieron sus antecesores –Gerardo Fernández Albor, Fernando González Laxe, Manuel Fraga y Emilio Pérez Touriño–, el nuevo presidente apostó por “arrimar el hombro” para hacer frente a la crisis económica.
Expresó además su deseo de un nuevo modelo de financiación autonómica, ante lo que aprovechó la presencia de Chaves para mostrarse conciliador y expresar su convicción de que tiene “especial querencia” por los principios de “igualdad interpersonal e interterritorial”.
Al igual que ya hizo durante su discurso de investidura, Núñez Feijóo identificó los “claros retos” que a él le toca afrontar, que se centran, principalmente, en combatir la crisis, para lo que se mostró convencido de la importancia de utilizar todo el potencial de las instituciones de autogobierno y movilizar y potenciar a la creativa y ejemplar sociedad civil.
Ante la presencia de la plana mayor de su partido, encabezada por su presidente, Mariano Rajoy, el líder del PPdeG destacó la “obligación de conservar y garantizar la pervivencia” del gallego, la “principal señal de identidad” de Galicia, eso sí para que los gallegos puedan utilizar “en libertad” las dos lenguas de la comunidad.
Al finalizar el acto, Núñez Feijóo comentó a los medios de comunicación que se siente bien y prometió “trabajar, trabajar y nada más que trabajar” mientras sea presidente de la Xunta para defender los intereses de los gallegos.
Tras su discurso en el Parlamento, el nuevo presidente y la amplia comitiva de asistentes al acto se trasladaron a la Plaza del Obradoiro, que ya fue escenario de un acto ante la ciudadanía que data de la etapa de Manuel Fraga, quien mostró su “alegría” y su “esperanza” por la nueva etapa que se abre en Galicia.
Allí, bajo un escenario en el que se colocaron los 60 miembros de la Real Banda de Gaitas de Ourense, el presidente gallego volvió a comprometerse a gobernar los próximos cuatro años con la “mayor humildad personal, pero también con toda la ambición colectiva”.
El presidente gallego señaló ante el aplauso del público, que “combatir el paro” será la “máxima prioridad de su Gobierno” y se comprometió a aplicar “austeridad” en la Administración, para lo que reducirá los gastos “superfluos” en publicidad, altos cargos, gabinete, asesores, automóviles, obras y dependencias.
Núñez Feijóo abogó por “recuperar el consenso en los símbolos identitarios”, sobre todo en cuestión de lengua, “un elemento de unión y no de imposición”.
“En toda cosa que haga, por pequeña que sea o parezca, pondré todo lo que soy. Hoy, soy presidente de la Xunta, siempre, un gallego más”, concluyó su intervención Núñez Feijóo.
Poco antes del acto en la Plaza del Obradoiro, Mariano Rajoy recordó ante los periodistas que Galicia fue la primera comunidad autónoma que otorgó una “gran victoria” electoral a su partido, y expresó todo el apoyo de la organización al nuevo presidente del Gobierno gallego.
Por su parte, Manuel Chaves aseguró que espera del nuevo Gobierno gallego la “máxima lealtad institucional, la máxima colaboración y la máxima coordinación” para resolver los problemas de Galicia, “que son los de todos los españoles”.
A los actos acudieron, entre otros, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre; el alcalde de la capital española, Alberto Ruiz-Gallardón; la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, la portavoz en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, y el presidente castellano-leonés, Juan Vicente Herrera.