Tras cinco años de frías relaciones entre ambos gobiernos, la entrevista de ayer en Praga dio por concluida esa etapa y por zanjados algunos desencuentros recientes, como el que supuso el anuncio del repliegue de los soldados españoles de Kosovo, y de los últimos años, tras la retirada de las tropas de España en Irak durante la administración de George W. Bush en EEUU.
Obama y Zapatero coincidieron esta semana en varias cumbres, como la del G-20 en Londres o la de la OTAN en Estrasburgo, pero la diplomacia de ambos países eligió Praga -donde hoy tuvo lugar una reunión informal de los Veintisiete con el dirigente norteamericano- para que se celebrara la entrevista.
En la agenda del encuentro destacaron las relaciones bilaterales e internacionales, Oriente Próximo, América Latina, la crisis económica, el cambio climático, las energías renovables y el terrorismo internacional, según habían previsto ambos gobiernos.
"Estoy muy contento de poder llamarle mi amigo", dijo Obama al grupo de reporteros que asistían a la toma de imágenes de la cita, de 45 minutos, un cuarto de hora más de lo previsto, y fue "muy cordial", declararon a Efe fuentes estadounidenses que resaltaron también que ambos "se entendieron muy bien".
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Mike Hammer, explicó que Obama "mostró un gran interés por fortalecer las relaciones entre EEUU y España y por renovar la amistad entre los dos pueblos", al tiempo que manifestó a Zapatero su agradecimiento por la aportación de tropas de España a la misión de la OTAN en Afganistán.
Rodríguez Zapatero anunció en la cumbre de la Alianza Atlántica el envío de otros 450 soldados españoles para reforzar la seguridad durante las elecciones afganas del 20 de agosto.
Antes de reunirse y mientras posaban para fotógrafos y cámaras de televisión, Obama dijo que Zapatero entiende bien la "extraordinaria influencia" de España en el mundo y se toma su responsabilidad "con mucha seriedad".
Hasta cuatro veces se estrecharon las manos ante los reporteros gráficos e incluso Obama palmeó el hombro a Zapatero, ambos muy sonrientes.
Obama se declaró satisfecho del trabajo de Zapatero durante los días en los que han coincidido en Europa, tanto en la reunión del G-20 en Londres como en la asamblea de la OTAN en Estrasburgo, y confió en que la relación entre los dos países, que consideró "sólida", sea "aún más fuerte".
Por su parte, Zapatero dijo que para España se abre un nuevo tiempo en las relaciones con EEUU y que el propósito de su Gobierno -"porque es el deseo de mi país", apostilló- es colaborar con Obama por un orden mundial de paz y más justo, por la lucha contra la pobreza y por dar a las futuras generaciones un tiempo mejor.