Los enfrentamientos entre los unionistas y la Policía norirlandesa se han vuelto a repetir este a última hora de este sábado después de que las autoridades locales prohibieran una marcha en el norte de Belfast, la capital.
Cientos de manifestantes han lanzado botellas, piedras y cócteles molotov contra los agentes de la Policía antidisturbios. Un policía ha resultado herido a causa del estallido de uno de los proyectiles, según la Policía norirlandesa.
Aunque los disturbios no han sido tan violentos como los sucedidos el viernes, en los que 32 agentes policiales resultaron heridos, las autoridades del Ulster han pedido a Reino Unido el envío de un contingente de 400 policías para garantizar la seguridad de la zona.
El número de policías británicos en el Ulster se elevará así por encima del millar, según las estimaciones de los periódicos norirlandeses, una movilización sin precedentes, habida cuenta de que es la primera vez que la Policía del Ulster pide refuerzos británicos.
Dos de los policías heridos procedían de otros cuerpos en Gran Bretaña. En total, unos 4.000 policías fueron puestos en alerta en el Ulster el pasado viernes, el día más señalado en el calendario unionista, que conmemora la histórica victoria de los protestantes sobre las fuerzas católicas en la batalla del Boyne, en 1690.