El Índice de Precios de Consumo (IPC) bajó cuatro décimas en noviembre respecto al mes anterior y la tasa interanual cayó 1,2 puntos, hasta el 2,4%, gracias al abaratamiento de los carburantes y de gran parte de los alimentos, como la leche, el queso, el pan, las legumbres y el aceite, según los datos hechos públicos hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Esta tasa del 2,4% es la más baja desde agosto de 2007, cuando la inflación alcanzó el 2,2%. En noviembre, los precios descendieron en términos interanuales por cuarto mes consecutivo, tras una escalada que les llevó a alcanzar en julio el 5,3%. Desde entonces, este indicador ha caído 2,9 puntos, en línea con la tendencia a la baja del precio del petróleo y el abaratamiento de algunos alimentos.
La bajada es importante, sobre todo para las arcas de la Seguridad Social, ya que la inflación interanual de noviembre es la que utiliza como referencia para la revalorización de las pensiones.
Así, al haberse situado la inflación en el 2,4%, el Gobierno tendrá que destinar unos 624 millones de euros a compensar a los pensionistas por la desviación de precios en 2008, siendo esta compensación la más baja de los últimos 15 años.
Según los cálculos del Departamento dirigido por Celestino Corbacho, ante una desviación de cuatro décimas sobre el objetivo del 2%, la Seguridad Social tendrá que abonar 312 millones para la paga compensatoria de los pensionistas.
Además, la consolidación de esta desviación en la nómina de las pensiones del próximo año supondrá una cantidad similar (otros 312 millones), lo que elevará el coste total a unos 624 millones de euros.
Esta cifra es muy inferior a los 3.121,8 millones de euros que tuvo que destinar el pasado año el Gobierno a compensar a los pensionistas por el incremento de los precios, debido a que en noviembre de 2007 la inflación interanual se situó en el 4,1%, 2,1 puntos por encima del objetivo del 2%.
SE ABARATAN LOS CARBURANTES.
La caída de la inflación interanual en noviembre se debió al comportamiento del transporte, que ha reducido casi seis puntos su tasa anual respecto a octubre, hasta el -1,5%, como consecuencia del abaratamiento de los carburantes y lubricantes, cuyo precio se ha reducido este año en contraste con el ascenso que experimentaron en noviembre de 2007.
También han influido en esta variación los alimentos y bebidas no alcohólicas, con un descenso de nueve décimas en su tasa anual, hasta el 3,1%, gracias a la disminución de precios de gran parte de los alimentos, frente a las subidas que registraron en noviembre del año pasado. Destacan, especialmente, la leche y otros productos lácteos, los quesos, el pan, las legumbres y hortalizas frescas y los aceites.
La vivienda ha colaborado también en la caída de la inflación, al haber reducido en noviembre ocho décimas su tasa anual, hasta el 6,6%, impulsada por la bajada del precio del gasóleo para calefacción.
Por su parte, la inflación subyacente (que no incluye los precios de los productos energéticos ni de los alimentos no elaborados) se situó en noviembre en el 2,7%, dos décimas inferior a la tasa de octubre, mientras que el Indicador de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) alcanzó el 2,4% interanual, 1,2 puntos menos que en del mes anterior, coincidiendo con los datos adelantados por el INE a finales del mes pasado. En el acumulado del año, la inflación se sitúa en el 2%.
EN ANDALUCÍA
El Índice de Precios de Consumo (IPC) bajó en Andalucía un 0,4 por ciento durante el pasado mes de noviembre con respecto al mes anterior, el mismo porcentaje de bajada que el registrado a nivel nacional, según los datos facilitados hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Con este dato, la inflación acumulada se sitúa en la Comunidad andaluza en el 1,8 por ciento, mientras que la tasa interanual (últimos doce meses) se situó en el 2,2 por ciento.
A nivel nacional, el IPC bajó cuatro décimas en noviembre respecto al mes anterior y la tasa interanual cayó 1,2 puntos, hasta el 2,4 por ciento, gracias al abaratamiento de los carburantes y de gran parte de los alimentos, como la leche, el queso, el pan, las legumbres y el aceite.