Andalucía volverá a vivir la democracia el próximo día 19 de junio, siendo las cuartas elecciones anticipadas que se celebran en la historia de esta comunidad. Aún así, aún andamos muy alejados de esa conciencia colectiva democrática en la que el acto de votar sigue estando muy por debajo de la media, y no parece que se tomen medidas eficaces para fomentar y/o potenciar dicha participación.
Fue en 1996 el año en que los andaluces lograron el mayor porcentaje de participación con un 77,94% y el menor se obtuvo en 1990 con un mediocre 45,22%, posicionando a esta tierra como una de las comunidades con menor interés en los comicios autonómicos. Los andaluces siguen olvidándose de la importancia que tiene cada uno de esos votos y de las consecuencias que tiene la ausencia de participación, siendo siempre los radicales y extremistas los más favorecidos en este vacío electoral que solemos vivir.
Tenemos que votar, hay que acercarse a las urnas y exponer aquello que nos interesa a través de nuestra papeleta, hay que sacar ese orgullo en forma de voto y darle valor a nuestra participación. Es tarea de todos los ciudadanos el decidir la línea política de nuestra Andalucía y cada uno de nosotros cuenta para determinar el camino que deseamos seguir. A lo andaluces nos falta ese sentimiento colectivo de unificación constructivista, ese sentido de pertenencia y de poder que nos da la democracia, dejando que otros tomen decisiones a la espera de que la suerte llegue a nuestra mesa.
Nos pueda la apatía, la desidia y el conformismo generalizado. Nos olvidamos de que nuestros votos son nuestras voces, nuestras quejas e inquietudes sobre cuestiones tan importantes como la sanidad, la vivienda, la educación o el empleo. Votar va más allá del color en sí, del presidente de turno o de los amigotes de turnos, es el futuro de toda nuestra región durante cuatro largos años y son nuestros votos quienes deben determinar qué deseamos para nuestro futuro. El próximo día 19 de junio hay que salir a votar, a luchar democráticamente por aquello que más nos conviene, hay que dar valor a nuestras opiniones y deseos y la participación de todos es necesaria.
