La procesada por estos hechos ocurridos en Málaga capital ha subrayado durante su declaración que escuchaba voces que le obligaban a hacer daño
La mujer acusada de asesinar a su padre a golpes e intentarlo también con su madre y tres sobrinos mientras dormían en el domicilio familiar en Málaga capital en julio del 2019 ha asegurado durante su declaración que no recuerda nada aunque ha subrayado que escuchaba voces que le obligaban a hacer daño.
El juicio ha comenzado este lunes en la Ciudad de la Justicia de Málaga y será un jurado popular el encargado de emitir un veredicto sobre el caso.
"Yo escuchaba voces dentro de mi cabeza y me hacía daño a mí misma", ha afirmado la procesada, al tiempo que ha explicado que su madre le dijo que no comentara nada de esas cosas, por lo que nunca recibió tratamiento psiquiátrico.
Ha dicho que desde que está en prisión toma muchas pastillas pero está más tranquila porque esas voces "me obligaban a hacer daño".
La encausada ha insistido en que no recuerda nada de ese día, solo que había ido a casa de sus padres porque era la única que los cuidaba y que incluso no se iba de viaje si no se los llevaba.
Ha mantenido que no tiene explicación sobre lo ocurrido porque tiene muchas lagunas de memoria, solo recuerda haber estado en casa de sus padres y luego despertar en el hospital.
Ha agregado que lo que sabe de ese día es porque su abogado le ha contado lo que dicen los policías y ha pedido perdón en varias ocasiones, al tiempo de asegurar que está muy arrepentida.
Ha precisado que ese día ella no iba a dormir en casa de sus padres, que solo fue a verlos y que la madre estaba muy cansada por lo que le pidió que se quedara hasta que los sobrinos se quedaran dormidos.
La acusada ha relatado que "era la favorita de su padre" y que nunca tuvo problemas con sus progenitores.
La fiscalía malagueña pide que la mujer sea condenada a 57 años de prisión por un delito de asesinato, cuatro tentativas de asesinato y un delito de lesiones, con el agravante de parentesco y la atenuante de alteración psíquica.
La abogada defensora reconoce que la mujer cometió los hechos "mi clienta es horrible, pero no era ella, tiene una patología mental" por lo que pide que un castigo proporcional al problema que tiene.
Según la acusación, los hechos ocurrieron en la madrugada del 15 al 16 de julio del 2019 cuando la acusada estaba en el domicilio de sus padres junto a éstos y tres sobrinos menores.
En hora no determinada pero anterior a las 4:00 horas, la acusada "movida por el inequívoco ánimo de acabar con la vida de su padre", se dirigió a la habitación donde estaba su progenitor somnoliento viendo el televisor y le propinó varios golpes y, cuando cayó al suelo lo pisoteó.
De igual modo, se dirigió a su madre cuando estaba dormida en otra habitación y con un cuchillo de cocina le apuñaló por la espalda y la golpeó con un rodillo de amasar de madera en la cabeza.
El padre falleció a los pocos minutos por los golpes sufridos en la cabeza y la mujer se quedó inconsciente, momento en que la acusada aprovechó para intentar acabar con la vida de todos.
La mujer cogió una bombona de butano que se encontraba en la cocina y la llevó hasta el salón, lugar donde dormían los menores y tras cortar la manguera para provocar una fuga de gas abandonó el domicilio.
El fiscal destaca que la madre y los tres sobrinos hubieran muerto pero gracias a que uno de los menores se despertó no ocurrió ya que alertó a la abuela y abandonó el domicilio para pedir ayuda.
La acusada, según el fiscal, padece un trastorno depresivo que le ha originado distorsiones cognitivas en la apreciación de la realidad que modifica sus capacidades cognitivas y volitivas disminuyendo de forma moderada su imputabilidad.