La controvertida Plaza de Camas vuelve a ser noticia después de que la asociación Málaga Centro Vecinos haya solicitado al Ayuntamiento que sustituya el césped natural de los taludes inclinados del espacio por otro artificial que acabe con la presencia de mosquitos y los charcos de agua estancada que quedan tras el riego. “Nos gustan las zonas verdes pero aquí no pinta nada, no tiene sentido, no refresca y es un gasto innecesario”, defendió Antonio César, presidente del colectivo, que se hace eco de quejas de vecinos y comerciantes del entorno.
Inaugurada en 2014 sin acabar, esta plaza de la discordia ha sido noticia en infinidad de ocasiones por el descontento vecinal por falta de sombra y zonas verdes que llevó al equipo de Gobierno a una nueva remodelación que provocó que se perdieran los fondos europeos que iban a costear el 80 por ciento de la inversión inicial de 650.000 euros. Más tarde coparía titulares por las denuncias de la oposición después de el parque infantil y las pérgolas instaladas no dejaran espacio suficiente para el paso de ocho cofradías desde la calle Fernán González.
En noviembre pasado Málaga para la Gente intentó incluso reprobar en pleno a los populares, pero finalmente el edil de Urbanismo, el popular Francisco Pomares, entonó el ‘mea culpa’ por los problemas surgidos en las obras aunque defendió que los cambios no supusieron un sobrecoste.
Más de un millón de euros (800 mil euros iniciales más 200 mil euros adicionales en su segunda remodelación) ha desembolsado el Consistorio ya en cambiar la imagen del espacio que parece gafado y, de nuevo, no contenta del todo a todos.
