Aparcar en Málaga o, mejor dicho, encontrar una plaza libre está, sin duda, entre las principales quejas de los vecinos. En ciertas zonas de la capital no queda otra que rascarse el bolsillo. La Sociedad Municipal de Aparcamientos (Smassa) tiene previsto recaudar este año a través de las zonas Sare hasta 1,9 millones de euros, frente a los 1,4 millones contemplados en los presupuestos del pasado año. En la actualidad, con la ampliación del pasado mes de diciembre, en la zona de Mármoles, donde se pusieron en marcha 374 nuevas plazas de Sare, la capital cuenta con 2.894 plazas. Una cifra que podría aumentar en un futuro próximo, según alerta Málaga para la Gente que este viernes presentará una moción en la Comisión de Urbanismo para que el equipo de Gobierno no tiña de azul “sin un consenso vecinal y de los comerciantes acreditado” otros puntos de la ciudad. Acudir a enclaves como Atarazanas, Soho, Parque Tecnológico, Malagueta, Mercado de Huelin, Ayuntamiento o Echevarría del Palo obligan a pasar por el parquímetro.
Pagar de más
Un euro cada hora, una tarifa ajustada, según defiende el equipo de Gobierno popular que asegura que “en ciudades como Barcelona, Valencia o San Sebastián las tarifas pueden llegar a ser 200% más caras”. Lo cierto es que gran parte del dinero que los vecinos y turistas depositan por este servicio no se ajusta a la realidad pudiendo estar únicamente 5 minutos pero pagar por la hora completa. Los parquímetros no dan cambio y no permiten pagar solo por el tiempo que se está estacionado, como en otras ciudades.
Algo sobre la que también hará hincapié la coalición de izquierdas en su iniciativa, donde también esgrimen la necesidad de poner en marcha bonificaciones para residentes, trabajadores y comerciantes “mejorando las que ya existen”. En la actualidad, los vecinos que acrediten vivir en zonas Sare abonan 0,20 euros el día y 1 euro la semana.
Un rosario de quejas y propuestas que abrirán, de nuevo, este viernes el debate sobre la zona azul en Málaga. ¿Hasta dónde está el límite?O que pondrán el foco en acabar con situaciones como la que padecen los trabajadores del Parque Tecnológico de Andalucía, el consabido “pagar para ir a trabajar”.