Una investigación elaborada por el Área de Igualdad de Oportunidades del Ayuntamiento de Málaga pone sobre la mesa el arraigo que existe entre los jóvenes malagueños de piropear a las mujeres, a pesar de considerarse una costumbre más habitual entre hombres más mayores.
Así, el 53,76% de los hombres malagueños de 16 a 30 años considera que las mujeres se sienten halagadas cuando reciben un piropo, una cifra que crece hasta el 55,07% en el grupo de edad de 31 a 45 años.
En este estudio, que se ha elaborado entre noviembre de 2014 y abril de 2015, han participado un total de 1.557 varones de más de 16 años seleccionados al azar en los 11 distritos municipales -cuatro tramos de edad-, que han tenido que cumplimentar un cuestionario de escala sociométrica.
Angélica Cuenca, jefa de negociado de violencia de género del Área de Igualdad de Oportunidades, afirma que el piropo, el acoso sexual callejero o la publicidad sexista son temas “tan interiorizados” que resulta difícil que se identifiquen como otro tipo de violencia hacia la mujer.
De la misma manera, un 69,03% asegura conocer algún caso de denuncia falsa y manifiestan que es muy común que las mujeres hagan esto, teniendo en cuenta que el Consejo General del Poder Judicial señala que apenas suponen el 0,01% de las realizadas. “Hay que ser conscientes que situaciones en las que la propia mujer retira la denuncia por circunstancias como el miedo o que se niegue a declarar en ningún momento indica que la denuncia sea falsa”, agrega Cuenca.
El 72% de los varones malagueños considera que el hombre que ejerce violencia hascia su pareja no puede atender y educar adecuadamente a sus hijos. En este caso, el 68,38% correspondería a los jóvenes de edades comprendidas entre 16 y 30 años; el 71,49%, de 31 a 45; el 74,67%, de 46 a 64 años, y por último, el 73,3%, de 65 en adelante.
