La Policía Nacional ha desarticulado, dentro de una operación contra el tráfico de heroína y cocaína a pequeña y mediana escala, tres puntos de venta en Estepona (Málaga) y ha detenido a 11 personas: ocho hombres, uno de ellos menor de edad; y tres mujeres por su presunta implicación en un delito de tráfico de drogas. Las detenciones se han llevado a cabo en tres fases y cuatro de ellos han ingresado en prisión.
La investigación se inició el pasado mes de marzo cuando los agentes tuvieron conocimiento de que en un domicilio de la localidad malagueña varias personas podrían estar dedicándose a la venta y distribución de droga, según ha informado la Policía Nacional en un comunicado.
En la primera fase, desarrollada el 17 de abril, se detuvo a dos personas dedicadas, supuestamente, al suministro de diferentes sustancias estupefaciente desde su domicilio. En el registro practicado en la vivienda fueron hallados e intervenidos un total de 12 papelinas de revuelto de heroína y cocaína, 56 gramos de hachís, 46 gramos de marihuana, dos balanzas de precisión y diversos útiles para la preparación y manipulación de estupefacientes.
Durante las pesquisas, los agentes localizaron un domicilio en Manilva (Málaga) en donde, al parecer, los detenidos adquirían la droga. Además, comprobaron cómo otro grupo de personas que se dedicaban a la venta y distribución de droga podrían estar surtiéndose allí, iniciándose así la segunda fase, en la que se arrestó a cuatro personas.
En ella los investigadores constataron que el grupo estaba formado por dos hermanos --hombre y mujer-- que estarían dedicándose a la venta de sustancias estupefacientes y que para el transporte y distribución de la droga habrían llegado a utilizar en alguna ocasión a los hijos de ella, ambos menores.
El operativo se llevó a cabo el 23 de abril y en él resultaron detenidos los dos hermanos, así como un menor de edad y una cuarta persona, otro hombre, que haría funciones de "aguador". Posteriormente se practicó un registro en su domicilio en el que se incautaron de cinco gramos de heroína y 0,5 gramos de cocaína además de útiles para la dosificación de sustancias.
La tercera fase se desarrolló el 7 de mayo con la práctica de cuatro registros domiciliarios. En ella se logró desarticular el tercer punto de venta dedicado a suministrar a compradores y otros vendedores a menor escala.
La investigación concluyó con la detención de los cabecillas, un hombre y una mujer que, sin llegar a tocar nunca la droga, daban las ordenes al resto de detenidos, tres hombres con diferentes funciones dentro del grupo. De estos tres arrestados, uno de ellos era el propietario de la vivienda en donde otro de los detenidos vendía la droga, por lo que cada uno recibía una retribución económica.
El tercer detenido, hombre de confianza del matrimonio y propietario del vehículo, se encargaba de trasladar a los compradores hasta el domicilio mencionado para que se hicieran con la sustancia y, además, hacía funciones de "correo" de la droga.