La moda urbana, el arte callejero, el fútbol y lo social. Todo se une en este lugar que se cae a trozos, donde las porterías sin red lucen medio abandonadas y la canasta está a punto de desintengrarse, a lo Thanos en la película de Vengadores. Se podría tirar de épica y decir que en este rectángulo de juego se forjan talentos futbolísticos, pero lo más probable es que haya más casos de balonazos a ancianas, resbalones indeseados y olores a orina de perro.
Es la pista más mítica del barrio malagueño de Puerta Blanca, que está viviendo una metamorfosis lenta y curiosa. Es obra de Trial N.I.Y.T, mucho más que una marca de ropa creada por chavales que viven en la zona. Estos jovenes han decidido limpiar y darle una mano de pintura a este campo donde cada tarde han jugado tantas generaciones al fútbol y al baloncesto.
Prefieren ir con la cara tapada porque trabajan con grafitis, algo que puede conllevar multa, por lo que prefieren “no complicar sus acciones revelando la identidad”. No son vándalos, son vecinos que quieren rehabilitar este lugar tan especial para su comunidad.
Por eso llevan varios días pintando las líneas con espray azul, decorando con dibujos flameantes y logos de ‘Joga Bonito’ (¿Quién no recuerda aquellos míticos anuncios de Nike con Ronaldinho y Eric Cantona?) e incluso haciendo una limpieza de la basura que se acumula. Aunque los vecinos que tienen perros vuelvan a ensuciarlo al día siguiente. Quieren también arreglar “un poquito” las vallas agujereadas, que suponen un peligro para los niños y niñas que jueguen. También para “la gente mayor que pasa por detrás, le podemos dar y es un riesgo que queremos dejar de asumir”.
“Esto viene de un puñado de chavales que jugamos en esta pista al fútbol desde que somos pequeños y vemos que en nuestro alrededor construyen pisos, muchos de lujo, pero llevamos años sin ver reformas y buen trato nuestro barrio”, explica S.M., padre fundador de esta iniciativa artística y de protesta. Tiene 23 años y los gastos de la operación corren a su cargo. Ya se ha gastado casi 80 euros por amor al arte.
El campo de fútbol es un punto de reunión en la barriada. Hacen torneos y quedadas y es un sitio ideal despejarse de la rutina. “Intentaremos dejarla bonita porque nos hemos criado aquí, pasamos muchos ratos de la infancia en este sitio. Mucha gente nos lo está agradeciendo, sabiendo que lo hacemos de nuestro bolsillo, sin llevarnos nada a cambio”, añade R.S., otro de los doce jóvenes que han participado en la limpieza y acondicionamiento de la zona.
Aunque la idea parte de la marca de ropa urbana, desde Trial N.I.Y.T aseguran que su acción es, sobre todo, un mensaje crítico a los políticos que miran a otro lado. “Esto no es una promoción de la marca, es una crítica, una forma de llamar la atención para que a los barrios del 29004 nos escuchen”. Con esos cinco números se refieren al código postal que aglutina a los barrios de la zona, como La Luz, La Paz o la propia Puerta Blanca. Un guiño al “922-928” del cantante tinerfeño Cruz Cafuné.
Apoyo mayoritario
Muchos jóvenes y mayores les han felicitado por la iniciativa. “Los vecinos, hasta gente mayor, saben que nadie mueve un dedo por nosotros y siguen nuestra idea, nos aplauden. Al menos por intentarlo”. Los veinteañeros se han ganado a la gente con su conciencia de barrio, de cuidar lo que es de todos. “Esas cosas te tocan el corazón”, dice S.M.
“Esto lo hacemos porque no sabemos si el Ayuntamiento lo hará alguna vez. A lo mejor ven esto y se plantean si deben arreglarlas ya por fin. Luego ves las pistas de otros barrios y parecen el Santiago Bernabéu. ¿Que ahora llegan y ven lo que hemos hecho y pintan las líneas encima? Pues ojalá, seguramente sea mejor calidad y quede mejor", reflexiona S.M.
Esperan que este mensaje en forma de videoclip camuflado con canción trapera y estética ‘urban’ sirva para que los que deben actuar, actúen. Paradójicamente, a escasos metros de la deteriorada pista, están terminando de construir unos bloques de viviendas en tiempo récord. La modernidad de estos edificios contrasta con la dejadez de la zona deportiva.
Detrás de estos chicos enmascarados, que a primera vista levantan sospechas por eso que nos pasa a todos y se llama estereotipos, hay también un trasfondo solidario. Todos los beneficios que recaudan de uno de los modelos de camisetas que venden va para la asociación Justalegría. “Es una forma de homenaje” por el suicidio de una persona cercana.
Seguirá rodando el balón en la cancha de Puerta Blanca, ahora con más flow que nunca. Seguirán jugando pachangas, hasta que los que deben encargarse del arreglo se acuerden de su existencia y decidan darle un arreglo digno y seguro.
