En el ojo del huracán, entre pintadas de protestas, dudas con la confección de la plantilla y críticas a la manera de jugar en la que insiste Pablo Guede, llegó el lunes. El día ‘D’ del malaguismo será una bala en la recámara para el técnico argentino, cada vez con menos confianza de la afición mientras él pide paciencia.
Es un contexto que obliga a ganar sí o sí: cuatro derrotas en cinco partidos, en la cola de la clasificación, nueve goles encajados y tan solo cuatro goles en 22 disparos a puerta. A las estadísticas se suman los lesionados Luis Muñoz, Ramalho, Esteban Burgos y Andrés Caro. Juande anda tocado, aunque ha viajado con el equipo.
“Está siendo injusto lo que nos está pasando. Estamos juntos y vamos de la mano. Es momento de trabajar más y cuidar todos los detalles”, decía el portero Manolo Reina hace unos días. Esos detalles de los que habla son errores impropios que están costando muy caros, con el culmen en aquellos seis minutos de partido en que el Málaga se comió dos goles del Albacete casi sin pestañear.
La semana anterior fue una semana de protesta y hartazgo de la hinchada, de pedir cabezas y buscar cambios inmediatos. Se vive una fractura inesperada entre plantilla y cuerpo técnico con respecto a la afición. “Si algo tiene este cuerpo técnico es que sabe trabajar para sacar lo mejor de nosotros. El entrenador es el que sabe y nosotros creemos en él, que quede claro que vamos de la mano y vamos a Tenerife a ganar”, decía Juanfran Moreno, dejando claro en su discurso que ellos son simples guerreros que van a muerte con su líder bonaerense.
El discurso en la calle es otro: la realidad es que a la gente le faltan argumentos a los que agarrarse. Ni se vence ni se convence y el tiempo apremia. Una victoria en las islas y otra el sábado en La Rosaleda cambiarían el mal ambiente.
CD Tenerife, resurreción
"El Tenerife es un equipo sólido, con un entrenador que tiene muy claro a cómo juega. Tienen movimientos asentados en ataque y en defensa. Cuenta con algunas bajas, pero va a estar en la pelea. Va a estar arriba con el gran trabajo que está haciendo el entrenador, y tiene jugadores determinantes en algunas posiciones”, analizaba Guede en la previa.
Para apagar los males el equipo viaja al Heliodoro Rodríguez López para enfrentarse a un Tenerife que no llega en buen momento tampoco. Tres derrotas frente a Eibar, Levante e Ibiza y una sola victoria por la mínima ante el Racing les dejan con mal sabor de boca.
El Tenerife ha reforzado su plantilla con fichajes de la talla de Borja Garcés o Arvin Appiah, aunque tiene lesionados a José León, José Ángel Jurado, Pablo Larrea, Javi Alonso, Elady Zorrilla, Sam Shashoua y Mo Dauda. El año pasado se quedaron a las puertas de ascender vía play off en una eliminatoria al todo o nada contra el Girona.
Luis Miguel Ramis, pese a estos 4 puntos de 15 posibles en el inicio de liga, tiene la credibilidad que se ganó la temporada pasada, no así Pablo Guede, que tan solo ha ganado tres partidos desde que pisó su club: Leganés, Miranda de Ebro y precisamente en Tenerife, con aquella victoria por 0-2 que significó media permanencia. Que esta noche se repita la resurección.
