La Unidad adscrita ya había ordenado el cierre del recinto el pasado 10 de julio tras haber comprobado durante junio y julio que durante los días laborables se reunían hasta cien personas para jugar al bingo, a pesar de que el local carecía de la autorización administrativa para ello.
El cierre se ordenó entonces por infracción a la Ley 2/1986 de 19 de abril, de Juego y Apuestas de la Comunidad Autónoma de Andalucía.
A pesar de la orden del cese del juego, el pasado sábado día 17 de octubre, en horas nocturnas, fueron detectados los organizadores nuevamente celebrando partidas de bingo ilegal, esta vez con poco más de cien personas jugando una media de cuatro cartones por persona, a treinta euros cada uno, es decir una apuesta media por partida de 80 céntimos, superando en más de cinco veces la mínima apuesta legal. Los premios por el bingo igualmente superan ostensiblemente el mínimo para considerarse juego de entretenimiento familiar.
En el momento de la inspección los organizadores intentaron eliminar los rastros de la actividad ilícita, los programas informáticos, bloqueando el ordenador y ocultando la recaudación total de la tarde, actitud secundada por el público participante, que intentó esconder y eliminar los cartones utilizados, todo ello sin éxito.
El local estaba equipado con tres monitores, sistema de megafonía, ordenador y disco duro externo con el programa informático necesario para el desarrollo de las partidas, material que quedó precintado.
En la inspección se han incautado 98,6 euros correspondientes a la recaudación de la última partida, 3.363 cartones usados y sin utilizar, así como documentos que reflejan la contabilidad del día, los precios y los premios.
Tras levantar acta y evacuar el local, los organizadores fueron advertidos expresamente de que estos hechos constituyen una infracción muy grave y que el incumplimiento de la prohibición de la actividad implica un delito de desobediencia grave a la autoridad.