El sindicato anunció el logro de que, “de una vez, se retiren los obsoletos y desfasados monitores de videovigilancia del CIE que emitían en blanco y negro. En su lugar se ha instalado otro monitor de grandes dimensiones y en color, donde se recogen todos los puntos a controlar por los policías de seguridad”.
Sin embargo el SUP apunta que “ahora falta que cambien las cámaras de vigilancia por otras en mejores condiciones. Esperamos tenerlas pronto del mismo modo que lo conseguimos en la antigua Comisaría de avenida Fuerzas Armadas”.
Igualmente, las denuncias del SUP “sirvieron para que de cuatro policías de seguridad en el CIE, en ocasiones para más de doscientos internos, pasáramos en la actualidad a ser diez los agentes encargados de esa vigilancia. Además está presente una funcionaria policial en cada turno para tratar con las mujeres internas y evitar problemas”.
Críticas
Con todo, el sindicato señala que “la situación no ha mejorado en muchos otros aspectos, ni mucho menos, por eso seguimos denunciando”. Así, se critica que “las duchas de los módulos de los internos son cochambrosas. Los módulos fueron pintados hace unos meses con el único fin de lavarles la cara. La humedad y los agujeros no tardarán en volver a brotar por sus viejas paredes. También hay olores insoportables y los retretes no tienen puertas por lo que la intimidad es totalmente nula. Además, las tuberías de agua son tan antiguas que constantemente se rompen y encharcan las estancias”.
El SUP subraya que “las medidas de higiene no son en modo alguno las mínimas necesarias. A esto se suma la masificación que en ocasiones se produce ya que, siendo el máximo 190 internos, un número ya excesivo; son muchas las veces que sobrepasan los doscientos, como ha ocurrido esta misma semana”.
Todos estos problemas “generan agresividad y violencia en algunos internos que se ven en unas condiciones nada agradables, lo que se suma a que no quieren ser devueltos a su lugar de origen. La mayoría de estos problemas son causados por internos argelinos, muchos con antecedentes por delitos cometidos en España”.
Por último, el SUP confirmó que, “recientemente, en uno de los módulos donde había aproximadamente 60 internos, varios se amotinaron y se enfrentaron a los policías de seguridad. La profesionalidad de éstos y el refuerzo de varias patrullas consiguieron restablecer el orden, no sin un riesgo evidente para los agentes. No es la primera vez que esto ocurre, así como algunas fugas de manera individualizada y otros intentos de fuga abortados”.