Después de muchas vicisitudes y con un colegio aún en obras, los 60 alumnos del colegio de Educación Especial Virgen de la Esperanza iniciaron ayer las clases. La Asociación de Padres de Alumnos (AMPA) del centro, encabezada por su presidenta, Montse Guío. y por la secretaria, María del Carmen Fuentes, mostraron ayer su indignación tras la visita girada a las instalaciones docentes, como paso previo al acceso de los alumnos “porque no han realizado durante el fin de semana las actuaciones previstas”.
Tanto Guío como Fuentes destacaron que, en el ala que está casi finalizada, que utilizan los niños, en la zona destinada a patio de recreo, no han subido las vallas ni las han reforzado y tampoco han puesto el suelo acolchado para que los alumnos no se hiciesen daño” .
Además, los husillos “están abiertos y existe una canalización donde, en un futuro, pondrán una fuente”. Tampoco, añadieron, “han redondeado los cantos de las puertas, en previsión de accidentes” y las obras que se realizan en el recinto “propicia la entrada y salida de camiones”.
Por otra parte, las representantes de la AMPA recordaron que, la pasada semana “se llegó al acuerdo de que los operarios trabajarían por las tardes, con el fin de evitar los ruidos que a los niños pueden perturbar”. Sin embargo, “hemos constatado que, los pequeños están entrando y los trabajadores siguen desarrollando su labor, que lleva aparejados altos niveles de ruído”.
Autobús
Otra de las denuncias realizadas por la Guío y Fuentes fue “la falta de previsión por parte del Ayuntamiento, dado que hay que tener en cuenta que, por sus características, los niños deben bajarse del autobús en el aparcamiento del centro, pero el vehículo ha tenido problemas para poder acceder al colegio, dado que no se había señalizado bien la zona de entrada y, en el momento de la llegada, tanto del autobús como del microbús, había un coche que obstaculizaba la entrada al recinto”.
Uno de los padres de alumnos, José Antonio Meléndez, mostró su descontento por la situación que presentaba aún ayer el centro docente. “Ya que han habilitado sólo una parte del colegio, debería estar lista para que los niños pudiesen, al menos, asistir a las clases, dado que tampoco podrán contar con aulas para el desarrollo de los talleres que realizan”, añadió, antes de destacar que “han puesto muchas bañeras, que no son muy necesarias, y las cosas imprescindibles brillan por su ausencia”.
“Nosotros hemos puesto todo de nuestra parte, pero la Junta no ha respondido, incluso propusimos que los niños empezaran las clases en el antiguo colegio, a pesar de las condiciones que presenta, y que estuvieran allí los meses que hicieran falta, pero han tenido que entrar en el nuevo, por imperativo legal”, apostilló.
Ya en la tarde, Montse Guío manifestó que “tras reunirnos con Jesús Pecino, Rafael Álvarez y el jefe de obra, nos han asegurado que modificarán el tubo de la reja del recreo”. También, para “el acolchado del patio y de las esquinas, fue necesario conseguir la autorización de la delegada provincial, de Educación, que dio su visto bueno”. Por otra parte, “será habilitada la zona de aparcamientos, de manera provisional, para el recreo”.
Para ello, añadió, “fue necesario eliminar un cuadro eléctrico”. Asimismo, “pondrán una malla de obra para cubrir las dos puertas de entrada y los coches no accederán a los aparcamientos”.
Los padres visitarán hoy de nuevo el centro, para ver si se realizan todos estos trabajos.