El acuerdo con ACAT se contextualiza dentro del apoyo tanto a colectivos en riesgo de exclusión, como pueden ser los toxicómanos, como a otras personas con problemáticas psicológicas o incluso familias con conflictos en la convivencia.
Con la firma, ACAT va a ofrecer un espacio neutral que facilite un clima de cooperación, de respeto y de escucha mutua entre los miembros de la familia. Con ello persigue básicamente dos grandes objetivos. Por un lado, ayudar a las personas y a las familias en situación de crisis a conseguir una aceptación interiorizada del problema y de sus implicaciones -personal, familiar, social, laboral, etc.- introduciendo aquellos cambios necesarios para resolver la problemática. Por otro, mediar en aquellos conflictos dentro de la familia que, por su naturaleza no violenta, resulte idónea la intervención de profesionales de ámbito extrajudicial, negociando y facilitando el diálogo y comunicación.
Los destinatarios de estos programas serán toxicómanos y familiares, personas con problemas de carácter psicológico, familias con crisis conyugales o conflictos entre padres e hijos, matrimonios en procesos de separación y/o divorcio, etc.
Cajasol da así continuidad al apoyo prestado el pasado año a ACAT, colaborando entonces con la creación del programa de tratamiento ambulatorio Sí, familias.