La historia reciente demuestra el riesgo que tiene presentar sondeos de opinión con medición de intención de voto y, de hecho, se cuentan por fallidos en muy elevado porcentaje. Justificar el error en el voto oculto ha sido una costumbre, pero para eso están las empresas consultoras y su obligación es hacer un trabajo profesional que determine con bastante exactitud el pensamiento colectivo de una ciudad, región o país.
Este sondeo que hoy presenta Publicaciones del Sur justo a mitad de legislatura en Jerez viene a reflejar cuestiones que para muchos deben ser bien pensadas y sin dejarse llevar por pasiones excesivas, lógicas: gana el PP, pero retrocede porque a María José García Pelayo la marca le resta tanto como el hecho de estar en la oposición o haberse mantenido dos años en modo perfil bajo, recupera votos y se le acerca el PSOE para situarse en una horquilla más lógica para la sigla como es entre ocho y nueve concejales y lo hace no por una brillante gestión municipal sino porque no acumula grandes líos; a pesar del desconocimiento alto de su candidato, Ciudadanos casi dobla y coge lo que suelta el PP, convirtiéndose en la formación clave para determinar el gobierno final al tener la posibilidad de negociar con los dos más representativos. Y la confluencia o no entre IU y Ganemos, o Podemos, que sufre un retroceso si se presentan por separado y es previsible que mayor si confluyen, también podría resultar determinante para la foto final.
Jerez vota mayorías más cuando quiere echar a un alcalde que para poner a otro. Recientemente, le dio gobierno sólido a Pilar Sánchez pero porque quiso quitar de una vez a Pacheco, no por Pilar; también para Pelayo cuando Sánchez se perdió sobre todo con el nombramiento de su marido como asesor, tras lo cual y en las siguientes elecciones la balanza tendió de nuevo a nivelarse. Las mayorías hoy se dan solo ante un shock social promovido por una situación concreta o por un liderazgo muy sólido -lo tuvo Pacheco-, inhabitual en estos tiempos, de lo contrario surgen corporaciones repartidas donde es necesaria la responsabilidad para acordar gobiernos con estructura suficiente. Jerez tiene un marcado voto de izquierda y otro de centro y derecha, en distritos reconocibles para cada cual y a dos años vista este sondeo marca una tendencia creíble que quizás errores de bulto, líos internos o genialidades estratégicas varíen. Y no es necesario que sea mucho, de hecho dos concejales que se muevan de una casilla a otra son suficientes para determinar el color del gobierno resultante.