Entre doscientos y trescientos trabajadores municipales secundaron este jueves la concentración convocada por SIP, CGT y CSIF ante las puertas del Ayuntamiento como protesta por la reciente aprobación del Plan de Ajuste, que se encuentra todavía pendiente de respuesta por parte del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas.
La concentración se prolongó por espacio de un par de horas, entre el mediodía y las dos de la tarde, y volvió a caracterizarse por la utilización de bocinas y petardos, provocando un gran estruendo en toda la calle Consistorio. Estos sindicatos adelantan que piensan mantener estas propuestas, teniendo intención de convocar una asamblea general de trabajadores para esta próxima semana en la que se informe de la situación actual.
La alcaldesa, Mamen Sánchez, recordó que el Gobierno local ha tratado de constituir la Mesa de Negociación, “que es el lugar para debatir medidas”, hasta “en cinco ocasiones”. Además, advirtió de que este órgano “no tiene que hablar del Plan de Ajuste”, sino de “cómo se adapta el horario laboral a las 37,5 horas que dice la ley que hay que trabajar, y por las que se paga a los empleados; y cómo hacemos un reglamento de productividades para que dejen de ser arbitrarias”.
Por todo ello, la primera autoridad municipal emplazó a los sindicatos mayoritarios a acudir a la Mesa de Negociación y a “presentar propuestas”, asegurando que “hay otros sindicatos que tienen en su cuaderno propuestas que quieren ver con el resto de representantes sindicales”.
La concentración coincidió además con una reunión de las secciones sindicales con la responsable política del área de Recursos, Laura Álvarez, en la que se abordaron distintas cuestiones relativas a los planes de pensiones.
Como era previsible, el encuentro fue calificado de “muy tenso” por secciones sindicales como CGT, que criticó fundamentalmente que la teniente de alcaldesa pretendía que se firmaran las actas de reuniones que “no se han celebrado”.
CGT advierte de que no va a aparcar sus protestas hasta que no alcance su “objetivo”, que no es otro que el de lograr “que se negocie dentro de unos parámetros lógicos” en los que no haya “ningún tipo de imposición” por parte del Gobierno local. CGT, SIP y CSIF van de la mano en estas movilizaciones.
