—Cincuenta años de periodismo dan para mucho.
—En medio siglo da tiempo de hacer muchísimas cosas y más cuando uno ha estado tan ocupado en intervenciones de todo tipo para investigar lo que ha sido la ciudad de Jerez de la Frontera desde el punto de vista radiofónico, desde el punto de vista periodístico. El periodismo, lógicamente, es uno y se hace a través de la radio, de la prensa escrita, de la televisión y ahora de las nuevas tecnologías. Esto ha tenido una transformación tan impresionante que sería muy bonito que las nuevas generaciones estudiasen bien el pasado del periodismo porque, ahora mismo, estamos situados en unos parámetros en los que el presente ya no existe y solo hay que pensar en el futuro. El pasado ni en la imaginación. Lo misterioso, lo laborioso que ha sido desarrollar esta actividad. Jerez, a través del tiempo, ha tenido muchos casos periodísticos que enaltecer y proyectado a la geografía no solo española sino internacional. Jerez siempre ha sido un semillero noticiable de todo tipo y con un gran alcance, ya que esta ciudad ha tenido primacía en sus contenidos noticiables para el mundo entero.
Dos cafés, en una mesa de una cafetería del entorno de la Albarizuela, y dos compañeros de muchos años en la profesión periodística frente a frente. Muchos recuerdos, muchos nombres, muchas anécdotas que contar con una persona, como Jerónimo Roldán, que tiene una memoria privilegiada y que cumple, en este 2014, cincuenta años inmerso en el trabajo periodístico. Hace unos días ha pasado a la jubilación, pero una jubilación activa porque la trayectoria profesional de un hombre que ha dedicado su vida al mundo de la información, desde sus más variados matices, no se para nunca...
—El periodismo ha cambiado mucho, muchísimo. Empecé en La Voz del Sur y voy a tener un recuerdo especial para compañeros que se iniciaron en aquellos años. Y es que me considero un pionero, pero solo por un mes. Yo empecé en La Voz del Sur en el mes de septiembre de 1964 y al mes apareció por la redacción otro compañero, ya tristemente desaparecido, como era Antonio Arias. Posteriormente llegaron compañeros como Carlos Vergara y Antonio Pérez Sauci, que se incorporaron a Radio Jerez. Entonces únicamente existían dos medios en Jerez. La Voz del Sur y Radio Jerez. Y precisamente estos dos compañeros, Vergara y Pérez Sauci, lamentablemente también ya ausentes, tiraron de mí para que me incorporase a la radio. Yo procedía de la prensa escrita y me incorporé a la radio en 1967. Quiero significar estos datos porque, entre las nuevas generaciones que fueron apareciendo se dio el salto procedente de la música. Un vivero de periodistas aquí en Jerez han sido Los 40 Principales. Han salido multitud de compañeros, que procedían del mundo de la música. Mi caso fue distinto. Yo procedía de la prensa escrita y me incorporé a la radio. Aquello, mi incorporación al periodismo, fue el comienzo de una nueva generación de periodistas autodidactas. Ocho o nueve años después llegaste tú. No se me van de la imaginación estos pasos cronológicos que tuvieron tanto mis comienzos como los de los otros compañeros a los que recuerdo con un sentimiento muy profundo. Compañeros que tuvimos la ocasión de hacer nacer una nueva generación de periodistas autodidactas en la ciudad.
—Hablas de la radio, pero la prensa escrita no la dejaste. Fuiste muchos años corresponsal en Jerez de ABC.
—Ciertamente. A partir de 1968 y hasta 1989, año en el que, precisamente, tú me reemplazaste. Hubo en aquel momento un cambio de impresiones y no me interesaba seguir porque estaba dedicado en muchas facetas en Radio Jerez. Tenía la delegación de El Puerto de Santa María y, aparte de dedicarme a la información deportiva, taurina y a la general en la delegación portuense, también tenía un peso muy importante en el trabajo de promoción comercial de Radio Jerez. Todo eso me abarcaba mucho y cuando en 1989 hubo una nueva reapertura de la delegación en Jerez de ABC ya no pude seguir. De 1968 a 1989 realicé las funciones de corresponsal en todas las líneas, es decir la información general, la deportiva y la taurina. Tengo muy buenos recuerdos y hoy en día guardo cierta admiración por ese periódico, por su formato, por sus formas. Entendí enseguida el mensaje que había que dar con ABC y la forma de trabajar y me adapté a las circunstancias y pasé unos años extraordinarios.
—Y, creo, tuviste la fortuna de coincidir en el tiempo con uno de los mejores escritores que ha dado esta zona, como era Francisco Montero Galvache.
—Sin lugar a dudas. Yo estuve al lado de Montero Galvache desde 1968 a 1976 y puedo decir que ha sido uno de los grandes maestros que he tenido en el periodismo. No he visto personaje que conociera mejor el vocabulario español y, sobre todo, el manejo de los epítetos. No he visto una persona que pudiese hilvanar frases tan redondas, tan cromáticas, tan flamígeras. Era la fluidez literaria y en el manejo de la poesía era el número uno. Decía Benito Pérez, abogado y poeta, que manejando el soneto y el alejandrino a Montero Galvache no había nadie que le pudiese igualar. Realmente ha sido un personaje importante dentro de la vida literaria de nuestra provincia. Ya sabemos que era de San Fernando pero estaba muy vinculado de siempre a Jerez. Era admirable y para mí fue como si hubiese estado a diario con un catedrático. Ya recibía una lección diaria de cátedra junto a él. Me sirvió extraordinariamente en mi formación periodística.
—¿Quién te ha marcado en el mundo de la información?
—No me he detenido mucho en eso, pero es cierto que ha habido personajes que han llamado mucho la atención. Yo he leído mucho y he seguido a muchos. Si nos paramos en el mundo taurino yo he leído mucho a Díaz Cañabate. Me gustaba mucho. Se le discutía si era o no aficionado, pero sí era un gran escritor costumbrista. Lo leía con mucha frecuencia porque me impactaba desde el punto de vista literario. Periodistas incisivos como José María García, que ha sido de mi tiempo aunque es mayor que yo. Me quedo en el terreno deportivo con la valentía de García que fue, y lo reconozco, un revolucionario que levantó muchas pasiones. Me han gustado siempre los artículos de fondo de la prensa, de toda clase de prensa. He sido más lector de prensa que de libros. Y no me puedo olvidar de un escritor fantástico que hubo en el mundo del deporte como fue Antonio Valencia, al que tengo como figura ejemplar. Y tampoco de Matías Prat ni de Vicente Marco, el hombre que puso en marcha Carrusel Deportivo y por el que siempre tuve una gran admiración. A nivel literario Unamuno y Eugenio D’ Ors han sido mis escritores favoritos y sin duda no me puedo olvidar de la prolífica producción literaria del arcense Antonio Murciano. En el mecanismo del periodismo todos trabajamos bajo una misma orientación, una misma filosofía y entiendo que lo que cada uno tiene que aportar es creatividad y , sobre todo, la imaginación que es muy necesaria y de la que hoy en día andamos un poco escasos.
—El deporte, el toro, la información general..., en el mundo taurino eres uno de los periodistas más reconocidos a nivel nacional
—¡Eso es una barbaridad!
—No lo digo yo, lo ha dicho Molés, lo han dicho muchos.
—Bueno...El mundo taurino tiene una ventaja. Tú sabes, porque me consta que me has oído mucho y te lo agradezco, igual que yo te he leído, que jamás he ligado en mis programas los mundos del toro y del deporte. Cuando alguien entraba, le decía que eso era tema de otro programa. Jamás he unido las dos cosas, pero me vas a permitir que en esta ocasión haga este símil. En el mundo taurino siempre se juega en Primera División. Lo mismo te codeas con una primerísima figura del toreo o de los ganaderos que con el más humilde. Eso hace que tenga una fuerza arrolladora de comunicación. En el deporte hemos estado menos tiempo en la cima, aunque recuerdo haber intervenido en Carrusel Deportivo y haber hecho la corresponsalía de El Mundo Deportivo durante muchos años, y para la agencia Mencheta o Logos y también tenía un reconocimiento enorme. Lo que da fuerza es la expresión comunicativa. Pero hay una constante y es que en el llamado deporte rey, en el fútbol, todo el mundo cree que entiende y valen todas las opiniones y, sin embargo, para opinar sobre los toros la gente es más selectiva y tiene un poco más de respeto y cuando te ven fluir en la materia taurina se creen que están ante el Cossío. Por cierto que no puedo dejar de pasar la oportunidad de mencionar a gente que han colaborado estrechamente conmigo en los programas taurinos como Gabriel Mateos, Marciano Breña, José María Sánchez Bazán o el arcense Eduardo Duarte.
—Y con los toros en Jerez, ¿qué pasa?
—Como en Barcelona, que se han dejado de la mano. A través del tiempo se han preocupado de coger una buena vendimia, de hacer una buena cosecha y hasta el año que viene. Han ido desapareciendo corridas tradicionales como la Vendimia, la del arte o la de concurso de ganaderías, restablecida este año, pero como un apaño, y ojalá dure mucho. Ha sido buena la de este año. Toreros y ganaderos han estado por encima de la organización que ni siquiera ha repartido octavillas con las normas de la corrida que es lo menos que se podía hacer, como se hacía antes. Ha habido un deterioro en el ámbito de la promoción y ha prevalecido el aspecto lucrativo con la idea de que si un año no gana más que el otro es que has perdido, aunque superes las ganancias, pero aquí la mentalidad catalana era ganar cada año más que el anterior y eso es lo que ha deteriorado la fiesta. La feria taurina se ha quedado en una miniferia. En el Castillo de los Guardas hay dos corridas y una de rejones, igual que aquí.
—En Jerez, en el tema de la información deportiva marcaste una época con el dominical Simultáneo.
—Afortunadamente. Y te puedo decir que tenía autofinanciación, como toda la programación deportiva que había en la emisora y de ahí que te comentase antes el tema comercial tan importante. Teníamos diez crónicas patrocinadas y 50 cuñas de 15 segundos de emisión. Y todo eso en dos horas de programa. Dábamos las crónicas del Xerez, del Jerez Industrial, del Cádiz, por este orden, y del Puerto Real, Sanluqueño, San Fernando, Rota... los regionales, donde estaba el Soberano. En Cádiz nos escuchaban de manera importante. Todos los años querían hacer un programa como éste, pero no salió. El programa estuvo en antena 18 años hasta que llegó Canal Plus. No he visto una cosa más impresionante. Nos conocían en toda la provincia, teníamos patrocinadores de toda la provincia y de todos los sectores. Recuerdo haber radiado un partido a las 12 en Barcelona y a las seis y media estar preparando el programa. Quiero tener un recuerdo para Antonio Merino, que tuvo una colaboración extraordinaria y que ayudó a que le diésemos un empujón de máximo esplendor a la radio. Pepe Rechi, ya fallecido, fue otro colaborador importante. Recuerdo un domingo, en Navidad, que no había fútbol y sentamos a los diez presidentes, entre ellos al señor Irigoyen, del Cádiz. Siempre ha habido rivalidad pero no el signo violento que tenemos hoy. Era apasionante, Había que trabajar como un mico, a golpe de teléfono, consiguiendo resultados en la Guardia Civil o en la Policía Local.
—Y con las clasificaciones de Manolo Reguera.
—Era un fenómeno en ese aspecto. Trabajaba estupendamente. Hacía un recuadro y veía cuando los calendarios, aunque se sorteaban, estabas trucados. Después de Simultáneo tenía que atender a la Hoja del Lunes de Cádiz, algún tiempo a la de Jerez, al Diario de Cádiz que se editaba los martes y me daban las cuatro o las cinco de la mañana, ya que a las ocho había que enviar la crónica y las fotos en el sobre. Fui pionero en iniciar las páginas de regional en la Hoja del Lunes de Jerez, esas páginas, que luego salieron en otros medios, tienen su origen en los años 67 y 68.
—Periodismo en su máxima expresión
—Era un periodismo más trabajado. Hoy, y tú lo sabes, está más estandarizado. Te sientas en una mesa, estás organizado y cuando tienes las previsiones echas andar, pero en aquel periodismo te daban las cuatro de la mañana y parecía que no ibas a acabar nunca.
—¿Y el futuro del periodismo?
—Sabe Dios donde puede llegar con las nuevas tecnologías. Lo que me produce mucha pena es que no haya ocupación laboral para la nueva generación de periodistas , hay muchos compañeros que en el paro. Eso me preocupa. Hay que ser avispados con las nuevas tecnologías. A uno le ha cogido tarde, pero tiene el concepto de lo básico. El mundo de las nuevas tecnologías es apasionante. Para escribir, para preparar, para mandar cualquier información. El futuro pasa por el dominio de las nuevas tecnologías, pero el periodista debería ser más imaginativo, más creativo. Ahora está estandarizado porque las previsiones cubren, a lo mejor, lo que hay que hacer en una jornada.
—Se pierden puestos de trabajo y la radio local de cadena tampoco parece atravesar su mejor momento, parece que va a desaparecer.
—Lleva camino de eso. En Jerez la única que puede hacer radio local al completo es la emisora municipal, Onda Jerez, pero debido a las condiciones horarias del personal está muy limitada cuando se puede hacer una radio magnífica, ya que tiene veinticuatro horas de programación. Lo que pasa es que ahora mismo cuando uno coge un camino de quitar cosas de enmedio todo el mundo le sigue. En estos momentos la radio local está muy limitada, demasiado, habiendo espacio y pudiéndose hacer grandes cosas. Las radios asociadas a las cadenas nacionales se tienen que limitar a las normas que dictamine Madrid. Tenemos tres cadenas de área nacional y otra autonómica en Jerez y se tienen que encajar en las normas de sus servicios centrales. Y aquí ha habido excelentes profesionales y me enorgullezco de haber vivido el inicio de carrera de tres grandes figuras de la comunicación como Pedro Rollán, Jaime Cantizano y David Gallardo.
—Toda una vida. Ya estás jubilado, pero con una jubilación activa.
—Si vieses las cosas que tengo que hacer estos días. He llegado a una situación laboral reglamentaria pero lo que Jerez necesite de mí lo va a tener tanto en el aspecto informativo general, en el deporte, en lo taurino, en lo social o en lo que haga falta. Lo que no le voy es quitar es el puesto de trabajo a nadie, me voy a limitar a lo que dice la normativa legal, es decir que si alguien me invita a cualquier situación allí estaremos. No me voy a retraer. El periodismo ha sido una gran parte de mi vida, ha marcado un estilo de vida y de comportamiento y mientras Dios me proteja estaré al servicio de los demás donde haga falta y, eso sí, ponlo claro, con pleno desinterés.
—Para terminar. ¿Cómo ves a Jerez?
—De lo más precario. Tú y yo hemos coincidido muchos años...y ahora estamos en una situación muy precaria. Cuando veo tanto paro, tantos profesionales, de graduación superior, que no tienen trabajo. Eso es lamentable. A nivel político se habla de un relanzamiento económico, pero la ciudad de Jerez es la última en relanzarse, es la que más peligro encierra de tardar en volver a ser lo que fue. Nosotros hemos vivido años muy boyantes antes de la transición democrática, porque a raíz de esta vinieron los grandes líos laborales a la ciudad. Esto no es de ahora, hay que remitirse a treinta y cinco años atrás. Esto ha ido cayendo en picado y la gran industria del vino, la que sostenía a empresas afines y a tantos puestos de trabajo, ha desparecido. Es la realidad, aunque en el haber hay que poner el extraordinario crecimiento urbanístico que ha tenido la ciudad, con instalaciones magníficas que también ayudan a la universalidad de Jerez. También hay aspectos positivos que destacar en estos años.
Apuramos los cafés entre recuerdos de muchas horas de periodismo.