El buen tiempo dio un ligero respiro a la Hermandad del Rocío de Jerez en su primera jornada plena por el Coto, después de una primera noche muy desapacible y fría que invitó a todos los romeros y peregrinos a abrigarse y recogerse mucho antes de lo habitual. Pero, lo dicho, sólo respiro, ya que para hoy les aguarda la lluvia camino del Guaperal y ya hay muchos hermanos que piensan adelantar su entrada en la aldea almonteña para evitar tener que hacer noche bajo el aguacero.
La mañana de ayer también arrancó con temperaturas algo gélidas, aunque a medida que fue avanzando la jornada el ambiente se hizo más apacible, y sólo alterado por la lentitud con la que transcurrió la peregrinación. Antes de emprender la marcha tuvo lugar la Misa de Romeros, que contó con una gran afluencia y la incorporación a su vez de los rocieros de El Puerto de Santa María. A las doce y media se partió hacia Carboneras. Los atascos durante todo el camino retrasaron la llegada al punto establecido para el almuerzo y no sería hasta las siete y media cuando por fin se completaron los seis kilómetros de la jornada, con llegada a Carboneras sin necesidad de mencionar incidente alguno.
De cara a la jornada de hoy, en la que se recorrerán los 30 kilómetros que separan Carboneras del Guaperal, los rocieros jerezanos no paran de mirar al cielo. Se prevé lluvia y el hecho de pernoctar casi a las puertas de El Rocío, donde el Simpecado hará entrada mañana sábado a las 12,30 horas, hará que muchos aprovechen para descansar bajo mejor resguardo y tener preparadas sus casas de cara a la llegada de toda la comitiva. Los que permanecerán junto al Simpecado, harán parada en el Cancelín para el almuerzo, antes de completar la jornada más larga y dura del Camino, en la que pese a los nubarrones, el frío y la lluvia, no faltarán los cantes que anticipen el inminente encuentro con la Blanca Paloma.
“La devoción por la Virgen está en auge”
Entrevista con el hermano mayor de la Hermandad del Rocío de Jerez, Isaac Camacho:
¿Qué balance nos hace del primer día de Camino?
–Llegamos con un poco de retraso al Coto, a causa de la barcaza, pero pudimos disfrutar del recibimiento que le hicieron muchas personas al Simpecado y durante el rezo del Rosario se contó con muchísima asistencia de romeros. Después ha habido mucha gente cantándole de una manera espectacular durante toda la noche al Simpecado.
¿Es difícil traer una Hermandad al Rocío con tan pocos romeros?
–No estoy de acuerdo en lo que sean pocos, aunque es verdad que son menos que los años del boom rociero. Desde el punto de vista logístico es más cómodo para una junta de gobierno, pero desde luego nuestra obligación es traer muchas más personas ante la Virgen cada año. No tenemos que tener miedo a que se incorpore más gente a la caravana, todo lo contrario.
Tal vez habría que hablar del boom del peregrino.
–77 hay registrados este año, y la verdad que da gusto ver al Simpecado rodeado de tanta gente que realiza a pie todo el Camino, y eso te demuestra que la devoción por la Virgen está en auge, así como la manera de entender la fe rociera.
La Guardia Civil parece que está más constante en el seguimiento del tránsito de las hermandades...
–Es su obligación, ya que las normas de tránsito es que las hermandades vayan muy agrupadas y puede que haya consejos por avanzar un poco más rápido.
¿Nos estamos portando bien para que podamos seguir haciendo el Camino por el Coto?
–Yo creo que estamos llamados a entendernos. Uno de los responsables del Coto me ha comentado que le encanta la manera de peregrinar de Jerez con los carros y que a eso es a lo que tiende la normativa actual, no a eliminar la mecánica, pero sí a potenciar los vehículos de tracción animal. Hay que ponerlo en valor, porque todo esto es parte consustancial del Coto. Por otro lado, también debe crecer la concienciación con el respeto al paso por un parque natural.