El derrumbe sin consecuencias personales de la fachada de una casa antigua del número 15 de la calle Prieta, junto a Medina, el pasado martes, ha reabierto el debate sobre la necesidad de tomar medidas para proteger las edificaciones más antiguas en Jerez y prevenir desenlaces como el de esta casa deshabitada.
De hecho, como alertan José Manuel Moreno, del blog Jerez, Patrimonio Destruido, lo ocurrido en este edificio tiene demasiados paralelismos con otros casos de inmuebles tanto particulares como de propiedad municipal de los que han dado parte al Ayuntamiento.
Les consta que hay “bastantes casos preocupantes” en la zona del casco histórico de Jerez, y que no han salido a la luz pública.
“Hace unas semanas ocurrió algo parecido en la calle Vid, cuando se vino abajo un muro de una antigua bodega propiedad municipal, y es un tema que el Ayuntamiento conoce, lo que pasa es que aquí no hubo que cortar el tráfico ni es una zona tan transitada”. Como asegura uno de los autores de este blog, creado para denunciar el “deplorable” estado en el que se encuentra una buena parte del patrimonio histórico-artístico de Jerez, en la actualidad hay una “gran cantidad” de edificios abandonados susceptibles de un final como el de la calle Prieta, sobre todo en el entorno del del barrio San Mateo, San Miguel, San Lucas y la zona proyectada para la Ciudad del Flamenco con el peligro que ello conlleva. Y es que las consecuencias del desplome de esta fachada podrían haber sido realmente dramáticas si en ese momento hubiera habido cualquier movimiento de personas.
Así, desde Jerez, Patrimonio Destruido consideran que una herramienta eficaz para prevenir que edificios con más de 50 años se vengan abajo es la normativa puesta en práctica en 2008 por la que los ayuntamientos están obligados a cuidar estas edificaciones y mantenerlas, como ya se está haciendo en otros puntos del país. “Es una especie de ITV que si se cumpliera daría muy buenos resultados”.
Cerrada a peatones y al tráfico rodado
Técnicos del área de Disciplina Urbanística inspeccionaron ayer el estado del inmueble número 15 de la calle Prieta para evaluar la situación y estudiar las medidas de seguridad a adoptar, dado el estado de “precariedad estructural” en que han quedado los forjados. Según la inspección realizada, existe la amenaza de nuevos desplomes en la fachada, lo que ha obligado al desalojo de la finca del número 17 para evitar posibles riesgos a terceros. La zona afectada permanece cortada al tráfico rodado y al paso de peatones.
