Los factores que la empresa considera claves para haber alcanzado estos resultados son la observación preventiva, la implantación de acciones correctoras, el cumplimiento riguroso de los planes de seguridad y la concienciación de los empleados.
Este descenso en el grado de siniestralidad se ha baremado a través de los índices que miden la incidencia de este tipo de accidentes en una empresa.
De este modo, el llamado índice de frecuencia, que evalúa el número de accidentes con baja por millón de horas trabajadas, ha pasado del bagaje de 7,89 que se registró en el año 2002 a los 1,92 que vienen recogidos en la estadística correspondiente al 2011.
La compañía señaló en el comunicado que, durante el pasado año, se registraron un total de seis accidentes que requirieron baja.
Dentro de esta siniestralidad, los accidentes más comunes fueron, siempre hablando de empleados propios, los golpes y traumatismos superficiales durante el desempeño de su trabajo; mientras que las causas, entre los empleados de las empresas auxiliares, están relacionadas directamente con la actividad diaria que llevan a cabo.
Objetivos
Desde la dirección del centro, manifestaron que “el principal objetivo” es lograr cero accidentes. Según indicó el director de la Refinería, Ramón Segura, “en CEPSA exigimos un alto nivel de seguridad en todas nuestras operaciones”. Así, la reducción de la accidentabilidad “no sería posible sin aunar los esfuerzos del personal propio y el de las empresas auxiliares que colaboran con nosotros”.
Cada año, la Refinería realiza una campaña, entre los empleados, para seleccionar un lema de seguridad. En esta ocasión, el lema Puedes y debes: actúa contra los actos inseguros acompañará en todo momento la labor diaria de los trabajadores.