El teniente de alcaldesa de Servicios Públicos y Medio Ambiente, Jaime Espinar, ha apuntado ya alguna clave al respecto de la ordenanza municipal que a partir del próximo año regulará la celebración de las zambombas.
En este sentido, avanza que la idea pasa por
“normalizar” una serie de cuestiones que de algún modo ya suelen recogerse en el bando que anualmente divulga el propio Ayuntamiento para, a partir de ahí, poder
empezar a “fiscalizar” su grado de cumplimiento, siguiendo el modelo que ya se adopta en la Feria del Caballo.
Una de las cuestiones en las que ha incidido Espinar es en la
necesidad de “fijar bien” lo que se considera una zambomba tradicional y lo que no, para que de este modo el visitante tenga elementos de juicio en base a los cuales elegir aquellas celebraciones que puedan interesarle más o menos.
Así,
es posible que sea necesario “crear una seña de identidad” que permita saber cuestiones elementales, tales como que una zambomba es aquello “donde no hay megafonía o se permite la participación”. “Luego hay otro tipo de actuaciones navideñas, que no están prohibidas ni queremos acabar con ellas, pero el visitante debe saber dónde hay una zambomba popular y dónde hay otra cosa. Por ahí irán los tiros de esa ordenanza”, añadió.
Aunque “aún es pronto” para hacer un balance de la temporada de zambombas, Espinar sí puso ayer un dato sobre la mesa que confirma que este fenómeno “está creciendo” y que atrae a un número creciente de visitantes. Y es que
la recogida de residuos se ha incrementado este año un 6 por ciento.
El teniente de alcaldesa
reconoce que es necesario “mejorar la limpieza” y precisamente por ese motivo aseguró que
de cara al próximo año “se va a triplicar el número de módulos de baños portátiles, porque es una demanda importante”. De este modo “no habrá excusas para hacer lo que no se debe”, aunque siempre debiéndose tener en cuenta que poco se puede hacer “ante el incivismo”.
En cualquier caso, Espinar cree que la ciudad “se está manteniendo en las mejores condiciones posibles” teniendo en cuenta la dimensión que han alcanzado estas fiestas y “las imágenes que se ven de otros sitios”.
“Tenemos que preservar este fenómeno, pero no debemos flagelarnos porque venga mucha gente de fuera a disfrutar de Jerez. Hay que poner el foco en lo bueno”, concluyó el teniente de alcaldesa de Servicios Públicos.