La nueva película de Hugo Silva es cine negro, pero también comedia. Es cine que recuerda a Quentin Tarantino, pero también al costumbrismo español. 'Desmontando a Lucía' es su título, "género noventero, atrevido y divertido", según el propio Silva, y se estrenará el próximo viernes en las salas.
Silva ha presentado este lunes su nuevo trabajo junto a Susana Abaitua, Julián Villagrán y Héctor Poisón, a quienes dirige Alberto Utrera.
'Desmontando a Lucía' es un thriller que comienza de una manera rocambolesca cuando un guardia civil de tráfico localiza un coche que se ha salido de la carretera y poco a poco se sumerge en un universo muy particular, poblado por un investigador privado que prefiere que le llamen "perito", un abogado que necesita dinero como el comer porque las deudas del juego le asfixian... Y por Lucía.
Muestra de personajes
Silva interpreta al "perito", de nombre Simón, hombre de "contradicciones" porque le caracteriza su "nobleza", dice el actor, pero también un trabajo que consiste básicamente en "buscar mierda de la gente". Lo que comenzará a sentir por Lucía le empujará a una historia oscura.
Villagrán da vida a Oliver, el abogado, de quien sobresale su capacidad de "manipulación". Busca su "propio beneficio" por las deudas contraídas por la adicción al juego, en palabras del intérprete.
Poisón, por su parte, es Carlos, el malo, alguien que infunde "peligro" desde el primer minuto, pero que al mismo tiempo almuerza en una casa de comidas con un libro delante, que lee con fruición.
Y Abaitua es Lucía, alrededor de quien gira todo. "Es una historia distinta y alejada de todo lo que he leído", afirma.
La importancia de los ensayos
La actriz, a quien se vio en la serie 'Patria', no esconde su satisfacción, y no sólo por el guión, sino también por los ensayos y por el rodaje.
"Esta película es la suma de muchas cosas. Por ejemplo, los ensayos, no los había hecho así en ninguna otra película. Tuvimos encendidos todos los sentidos. Tuvimos que estar atentos a los personajes de los demás y conocer toda la historia; de hecho, nos intercambiamos los personajes en los ensayos y así supimos todo lo que estábamos contando, y desde lo lúdico, además", relata.
Asegura Silva que la historia de 'Desmontando a Lucía' "funciona", en parte por cómo se va combinando la diversidad de géneros que aparecen, del cine negro clásico, con escenas en blanco y negro que homenajen a Humphrey Bogart y a Lauren Bacall, a la violencia 'tarantiniana'.
Aunque el actor reconoce que al principio llegó a sentirse "perdido", sale al final una película "noventera, atrevida, divertida, con ecos de 'Pulp Fiction'".
El papel de un director
Los cuatro intérpretes no dudan y coinciden en identificar al responsable de que la película funcione: Alberto Utrera, el director.
Villagrán (el pintor Velázquez en 'El Ministerio del tiempo') señala que "tiene un estilo propio muy definido".
El propio director de la cinta, (autor del documental 'Impuros' con Eduardo Madina y Borja Sémper), reconoce que con 'Desmontando a Lucía' asumió más riesgos que con otras y que fue "al límite" muchas veces con el guión y con los actores y actrices.
"Se trataba de generar un universo con unas reglas que el espectador se creyera, y con esta película fue más complicado, pero al final ha quedado una experiencia divertida hasta el punto de que me he quedado con ganas de hacer una película de cine negro", afirma Utrera
