—Las sensaciones que están girando en torno al concierto, desde que se tuvo noticia de él, son las de que vaya a ser una cita histórica...
—Sí. Tocar en Jerez para mi es un orgullo y una satisfacción, porque es la tierra por excelencia más flamenca de Andalucía, de España y del Mundo. Me da mucho gusto ir allí, pero también me da mucha jindama, porque allí chanelan mucho.
—Se está hablando mucho de que es la primera vez que actúa en Jerez, aunque son muchos los que tratan de recordar alguna actuación suya...
—Bueno, ahí también estuve con Camarón, cuando era muy jovencillo y estábamos empezando, y poco más. No sé si en algún sitio cuando era pequeño también actúe, creo recordar que con 17 años en un Salón de Actos.
—En cualquier caso, ¿será la primera actuación que ofrece en solitario en Jerez?
—Sí. En solitario es la primera. Es una alegría ir por allí, porque allí habrá gente muy buena. Tengo muchos amigos en Jerez, y gente a la que admiro mucho.
—Es un lugar con muchos artistas, y seguro que muchos de los flamencos de Jerez estarán allí para verle. ¿Ha pensado mucho en ello?
—Sí. Aquello va a estar lleno de gente que sabe muy bien cantar y tocar la guitarra. Todo lo que a mi me pone atacado. Pero, bueno. A ver si me centro y toco como a mi me gustaría. La guitarra hay días que te pilla bien y tienes una noche inspirada.
—Le hemos visto recientemente en Fuengirola, en Córdoba, en La Unión, se le espera en la Bienal de Sevilla. Está siendo una gira muy andaluza, ¿no?
—Sí, pero la verdad es que donde menos he tocado es en España. Donde realmente estoy tocando constantemente es en Europa. Va a ser una gira de muchísimos conciertos. Empecé a principios de febrero. En mayo tuvo un paroncillo, pero el resto ha sido de locos. La verdad es que pensé que ya me daba pereza tocar, pero me di cuenta de que cuanto más tiempo pase más pereza me va a dar. Por eso quiero aprovechar este año entero.
—En su gira hemos visto algunas novedades, pero la que más ha llamado la atención es la segunda guitarra de Antonio Sánchez...
—Sí, mi sobrino. Mi padre le enseñó a tocar cuando era chico, pero no le gustaba. De pronto, alguien me dice que está tocando muy bien. Le vi el otro día en el bautizo de mi nieta, que estaban cantando mi hermano Pepe y mis sobrinas. Le dije que tocara un poquito, y me sorprendió muy gratamente. Tiene mucho sentido y conocimiento, y, sobre todo, tocando para cantar, que es lo más complicado estos días, que uno se come la guitarra pero no acompaña bien, que es la base del cante. Me da mucha satisfacción y mucha alegría por él, porque lo pasó muy mal. Se quedó sin madre de chico y no ha sido fácil la vida para él. Ahora está en un sueño. Está feliz.
—También ha incorporado a su grupo a otros artistas que se podrán ver junto a usted en Jerez, como el Farru...
—Sí. El Farru es muy buen artista, que todo lo que hace lo hace muy bien. Canta bien, toca la guitarra y compone.
—Hace poco trascendió que el nuevo disco en el que está trabajando será un homenaje a Marifé de Triana. ¿Es así?
—Sí. Bueno, será un homenaje a la canción española. Entre ellos, ahí está Marifé, que es la que más me gustó, sobre todo en la época en la que grabó composiciones de Quiroga. Hay cosas ahí que son maravillosas.
—Ahora que muchos artistas como Miguel Poveda se están interesando por la copla, ¿cree que ha regresado el esplendor del género?
—La copla no tenía que haberse perdido nunca. Se perdió cuando murió Franco, cuando los vanguardistas, entre comillas, los intelectuales, dijeron de pronto que esa era la España de pandereta, ridícula, franquista. Eso fue lo que literalmente hundió esa música, que es corazón, el alma, la esencia de Andalucía y de España. Ahí está, y tiene que volver. Y lo importante es que surjan artistas que den la talla y que le den credibilidad.
—¿En qué momento se encuentra Paco de Lucía?
—Pues yo ahora, termino de tocar y me duelen los riñones un horror. Ya uno está mayor, pero la ilusión no me la quita nadie, ni la energía y las ganas de tirar para adelante. El día que me levanto y no me duele nada, la verdad es que no me lo creo.