La posibilidad apuntada por el alcalde, Alejandro Sánchez, de cobrar peaje a los vehículos que accedan a Gibraltar na provocado reacciones entre la clase política linense. Para la secretaria general del PSOE, Gemma Araujo, esta posibilidad “nos parece una irresponsabilidad que quien debe tener la cordura, la mesura y el raciocinio para trabajar desde el consenso y las relaciones de buena vecindad, se dedique casi a chantajear al Gobierno por la necesidad de hacer frente al pago de las nóminas”.

Para la socialista, “ya se ha jugado bastante con las ilusiones de los linenses para que Sánchez juegue a un falso patriotismo cuando él es igual de responsable de la situación económica que vivimos”. Araujo recordó que “la carta económica se congeló cuando era ministro Cristóbal Montoro, con el PP en el Gobierno de la nación”.
“El Foro Tripartito importante y hemos visto avances para Gibraltar y para España, pero no debe enarbolar la bandera de la crispación, intentando hacer presión al Gobierno”, aseveró.

Para Araujo, “todos hemos de ir de la mano, desde el consenso, la mesura y la tranquilidad que debe tener un político que tiene en su mano una ciudad tan importante”. Sin embargo, “No hemos sido capaces de aprovechar el flujo de turistas, pese al potencial turístico de La Línea, con más de 11 kilómetros de playas. Una ciudad acogedora, alegre y solidaria” pero “no debe agarrarse a una pancarta e ir de marcha hasta Algeciras”, concluyó.

Auditoría
El representante de Unidad por La Línea, Enrique Morales, citó las palabras del ex alcalde, Juan Carmona, quien cree que Sánchez “quiere tocar la cara del ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, a costa de los españoles que trabajan en Gibraltar y de los gibraltareños”.

Considera que con sus declaraciones, “Sánchez pretende acallar el impago de las nóminas con la posibilidad de imponer una tasa que es una barbaridad, porque el déficit económico que padece el Ayuntamiento no se arregla con paños calientes, sino con un proyecto de ciudad”.

El portavoz de Izquierda Unida, Francisco Javier Meléndez, considera que la actitud del alcalde “es una huida hacia delante, una cortina de humo, además de ser una auténtica barbaridad”. Ahora “esperamos que al alcalde de San Roque, Fernando Palma, no se le ocurra pagar un peaje por cruzar El Toril”.

Para Meléndez, a Sánchez, en la puerta de la Administración General del Estado en Algeciras “deberían esperar a Sánchez los partidos y los sindicatos para reclamarle una auditoría” porque “todos queremos la mayor cantidad de dinero posible para el municipio, pero el alcalde debe explicar lo gastado antes y en qué piensa gastar lo que demanda” ya que “es fundamental demostrar cómo se ha gastado el dinero, porque si no, difícilmente ninguna administración ayudará a La Línea”.

Populista
Para el andalucista, Ángel Villar, Sánchez “se equivoca, porque ha roto el consenso con los grupos políticos para la recuperación reconocimiento de la singularidad de La Línea, del que nació la Carta Económica y emprende una lucha en solitario a la que no le auguro ningún porvenir”.

Los controles de la Policía Local “perjudican a los profesionales de transporte, para acceder al despacho de mercancías y al resto de ciudadanos que se mueven libremente por donde quieren y soportan estas colas tercermundistas”.

La solución del problema de La Línea “pasa por el diálogo con las administraciones y caminando todos de la mano, no haciendo haciendo una política populista por incapacidad para solucionar los problemas locales”.

Nada contra Gibraltar
Por otra parte, Alejandro Sánchez considera que los gibraltareños deben entender que los linenses “tenemos el mismo derecho a progresar en sus mismos niveles”.

Las actuaciones llevadas a cabo estos días “no van contra la población de Gibraltar, sino destinadas a que el Gobierno tome conciencia de que La Línea no puede seguir abandonada de la mano de Dios”. Estas medidas “buscan que el Gobierno articule los instrumentos necesarios para que los linenses gocen del mismo nivel de vida, similar al de los gibraltareños".

Sánchez considera “ un error pensar que se puede mantener este desequilibro a uno y otro lado de la verja un minuto más, porque se está condenando permanentemente con esta injusticia a que dos ciudades vecinas entren en una dinámica diferente a la de la convivencia y la concordia”.

Por ello, “ha llegado el momento de decir basta ya y exigir al Gobierno de España que se adopten las medidas necesarias para que los linenses tengamos futuro y, para ello, esperamos del pueblo de Gibraltar su compromiso”.