Alrededor de las 15.50 horas del pasado sábado, Jesús Tapia, de 50 años, navegaba en una pequeña embarcación registrada en España, cuando fue interceptado por una patrullera del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA), penetrando ambas en aguas territoriales de Gibraltar.
Alerta policial
Un ciudadano gibraltareño alertó a la RGP, que actuó deteniendo a la pequeña embarcación junto al muelle flotante. La lancha del SVA aminoró la marcha y no llegó a entrar en el puerto, abandonando las aguas del Peñón en poco tiempo.
Al verse acorralado, el ciudadano español lanzó dos contenedores de combustible de plástico por la borda de su embarcación, los cuales fueron recuperados posteriormente. Contenían 22,32 kilogramos de resina de cannabis. La RGP interceptó también un teléfono móvil y la propia embarcación que conducía el español.
Tapia fue acusado de importación, posesión e intento de suministro de la citada cantidad de droga. Quedó bajó custodia hasta su aparición en la mañana de ayer ante el tribunal, donde se aplazó su caso, quedando nuevamente bajo custodia.
Un nuevo caso de contrabando en aguas limítrofes al Peñón que viene a poner de manifiesto la cooperación en materia policial existente entre los cuerpos de uno y otro lado de la Bahía. La cooperación policial y judicial integran uno de los seis puntos de acuerdos previstos para el próximo paquete de acuerdos ministeriales dentro del marco del Foro Tripartito. La pasada semana concluían en la zona seis reuniones técnicas sobre los temas a acordar, incluyendo un encuentro en Algeciras sobre cooperación judicial y policial.