El Xerez DFC llegó el pasado domingo al
final de su temporada. Los azulinos cayeron frente al San Roque de Lepe en el Estadio Municipal de Chapín en la última jornada del campeonato en la que no se jugaban nada, pero de la que se fueron satisfechos después de
lograr el objetivo. Y es que lo lograron con
cierta holgura, a dos jornadas para el final, y permitiéndose
soñar con entrar en los playoff de ascenso en los dos últimos encuentros.
Los azulinos han pasado por una temporada
complicada, con momentos difíciles y con un tiempo de
adaptación a la categoría que no sentó nada bien al equipo. El objetivo era claro:
la permanencia. Y después de estar toda la temporada coqueteando con los puestos de descenso, el equipo sacó su mejor versión al final, lo justo para poder dar el golpe sobre la mesa necesario para poder estar un año más en
Segunda RFEF.
La pretemporada empezó con una planificación tardía debido al
proceso electoral en el que estaba inmerso el club una vez finalizada la anterior campaña. A los comicios solo se presentó la candidatura de
Ignacio de la Calle que fue nombrado presidente y con su junta directiva empezó a trabajar. El Covid dejó
las arcas del club bajo mínimos y en un primer momento el presupuesto para la plantilla era prácticamente el mismo que el año anterior en Tercera, con la salvedad de que hacía falta más nivel. Eso provocó que el club no pudiera competir con otras entidades a la hora de fichar futbolistas y que algunos como Fran Ávila se fueran con mejores ofertas.
José Pérez Herrera fue desginado
manager general del club y se comenzó a trabajar en busca de jugadores de la zona que abarataran los costes y llegaron futbolistas como Alberto Durán, de Jédula, Jesús Ocaña, de Sanlúcar, o Álex Cruz, de El Puerto de Santa María, además de mantener buena parte de
la base del año anterior.
El equipo completó una
pretemporada ilusionante dando buena imagen contra equipos de superior categoría como el Real Madrid Castilla, el Sevilla Atlético o el San Fernando. Y llegó
la realidad de la liga. En el primer partido frente al
Córdoba en Chapín, los xerecistas se llevaron un 1-5, dando muestras de lo que podía ser la liga en Segunda RFEF. Evidentemente, el Córdoba estaba
un escalón por encima del resto de equipos y lo demostró desde el primer día.
Hasta la tercera jornada no llegaron los primeros puntos del equipo tras un mal comienzo y la competición empezó a poner al equipo en su sitio. En algunos encuentros
dando mala imagen. En otros,
con fallos evitables que hicieron que se perdiesen puntos. Y el equipo tuvo que hacerse
fuerte en casa abonándose al ‘unocerismo’ para ganar partidos.
Pasaron las semanas y tras la derrota en Las Palmas el equipo
cambió el chip y encadenó
diez partidos sin perder, acabando con la mala racha fuera de casa tras ganar en el campo del Don Benito.
Además, esta temporada será recordada como la del
debut en Copa del Rey. El sorteo emparejó al Xerez DFC con el
Leganés, con el que se realizó un buen partido en Chapín, no llegándose a la prórroga de milagro.