Endesa detectó en la provincia de Jaén 1.851 fraudes eléctricos en 2018 y recuperó 17,8 millones de kWh defraudados, una cifra que equivale al consumo eléctrico de la capital jienense durante tres meses.
Sólo en el último año, las denuncias de ciudadanos ayudaron a destapar cerca de 4.000 fraudes en toda España, un seis por ciento del total. Durante el pasado ejercicio, cuatro de cada diez inspecciones realizadas por la compañía concluyó con la detección de fraudes.
En el 48% de los casos, se trató de enganches ilegales a la red por parte de usuarios sin contrato y el resto, a otro tipo de fraudes, como dobles acometidas o manipulación de los equipos de medida.
En un comunicado, Endesa asegura que “el fraude eléctrico es, sobre todo, un problema grave para la seguridad y la salud de las personas, tanto para el propio defraudador como para los que le rodean”.
En los últimos años se han registrado “numerosos” casos de incendios y descargas provocadas por la manipulación de las instalaciones. Otro factor que agrava el problema del fraude es el crecimiento de los cultivos de cannabis que se ha producido en los últimos años. Estos cultivos van acompañados de enganches ilegales a la red eléctrica, que pueden llegar a generar “importantes” interrupciones de suministro a los núcleos de población en los que se llevan a cabo.
Una vivienda utilizada como plantación “indoor” de marihuana consume el equivalente a 80 viviendas y la concentración de estos cultivos en determinadas zonas llega a saturar la red.
La compañía eléctrica ha apuntado que el grueso del fraude eléctrico en España lo cometen grandes consumidores, tanto empresas de sectores industriales y de servicios como negocios y o domicilios particulares con consumos elevados.